MDQFEST33: Yara (2018), de Abbas Fahdel

Yara (Líbano / Irak / Francia – 2018)
MDQFEST33: Competencia Internacional

Dirección, Guion, Fotografía, Montaje, Sonido, Producción: Abbas Fahdel / Intérpretes: Michelle Wehbe, Elias Freifer, Mary Alkady, Elias Alkady, Charbel Alkady / Duración: 101 minutos

Yara es el primer abordaje ficcional del documentalista Abbas Fahdel, reconocido en anteriores ediciones del festival por su relato de no ficción Homeland (Iraq Year Zero) (2015) una apuesta a la reflexión sobre un tema coyuntural a lo largo de cinco horas de película: el antes y el después de la invasión estadounidense a Irak en el año 2003. Desde ese mundo de análisis de ideologías y revisión de los acontecimientos, minuciosamente desgranados bajo una lupa documental Fahdel hace pie en el terreno de la ficción con la expectativa de arribar sin demasiados artificios.

El director, a la vez que guionista y director de fotografía de su filme, intenta convocarnos a una observación atenta de los momentos que los personajes transitan envueltos por ese micro mundo despojado y lejano. La mirada del autor se acerca a las pequeñas sutilezas de la cotidianeidad buscando abrir ese espacio a la mirada del espectador.

Yara, Mary y Elías son prácticamente los únicos personajes de este mini relato con ambiciones Bressonianas pero con escasos hallazgos en sus formas naturalistas. Yara es la joven que transita esa edad de puro deseo por un futuro que se abre, pero que a la vez vive anclada en una casa que es puro pasado y ausencia. Su presente es la naturaleza alejada del mundanal ruido y la latente mirada de los otros que apenas espían su existencia.

El futuro hace su señal de llegada con la figura de Elías,  el joven varón que representa el amor, y que trae la marca de ese afuera que no vemos ni nosotros ni la joven Yara ya que habita en el fuera de campo. Aunque el filme propone cierta fantasía de romanticismo por ese idilio primero que ha llegado, no dura más que escasas escenas y la textura de cercanía espontánea y frágil que parece querer ser el eje de la película se desvanece antes de lo previsto.

La mirada sobre la espacialidad que reconocemos como purista en términos de naturalista/realista no llega al tándem estético esperado para un cine que desea desprenderse de los artificios de un relato industrial. Ni la óptica elegida para filmar los planos abiertos es estrictamente neutral o despojada, ni es acertada la idea de que incluir animales en el espacio vacío, no es naturalismo ni nada similar.

Yara finalmente queda atrapada en la intención fútil de ser una obra cristalina y espiritual, esa narración a la que pretende arribar pero cuyo camino queda claramente queda trunco.

Por Victoria Leven
@LevenVictoria

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