El Imperio / L’Empire (Alemania / Francia / Italia / Bélgica – 2024)
BAFICI 25: Trayectorias
Dirección y Guion: Bruno Dumont / Producción: Jean Bréhat, Bertrand Faivre / Fotografía: David Chambille / Montaje: Bruno Dumont, Desideria Rayner / Dirección de arte: Erwan Le Gal, Célia Marolleau, Peppie Biller / Intérpretes: Lyna Khoudri, Anamaria Vartolomei, Camille Cottin, Fabrice Luchini, Brandon Vlieghe / Duración: 110 minutos.
Cuando Cahiers du Cinema eligió a su serie televisiva “Petit Quinquin” como lo mejor del 2014, este realizador francés de talento irrepetible ya tenía varias joyas realizadas. Retomo, en 2014 con Quinquin habia empezado a escarbar en su narrativa ya desde hacía algunos filmes, sacándole girones la textura de la comedia, especialmente de la farsa y sus matices, como lo retoma aquí en El imperio donde reaparece esa narrativa y hasta algunos de sus personajes icónicos de Quinquin.
El imperio sucede en una geografía que en algo se asemeja a la Normandía de Quinquin, a una parte vecina a ese mundo visual del norte de Francia. Ahí se enclava este relato que ahora superpone a la farsa de la comedia la ciencia ficción, algo ya esbozado en Quinquin pero no llevado hasta estos límites narrativos. La combinación del lugar, de la mezcla de actores con no actores (como ya ha entrenado en otros de sus filmes) la comedia farsesca y lo pueblerino crean un mundo artificioso y fabulado, pero a la vez algo tierno, emotivo, sensible como sus personajes.
No es muy sintetizable como los extraterrestres aparecen en el pueblo, ya que por un lado se insinúan y señalan parte de su presencia desde el principio entre una joven bella que saluda a un mecánico de manera extraña, muy sci-fi. Y a la vez vamos descubriendo que en el pueblo hay otros ET de otra raza o genealogía que se comunican con otros hábitos también, bastante delirantes.
Un poco de sátira hacia los tanques de ciencia ficción la enaltece, como si el corazón del genero evidenciara que no necesita de esos efectos especiales y esas sagas infinitas.
Por otra parte, volver a ver al dueto de policías de Quinquin es un guiño, un homenaje a sus caracteres y un acto de amorosa nostalgia bienvenida.
Por Victoria Leven
Puntaje 8.5