En un último intento por salvar el celuloide, la empresa Kodak está negociando un acuerdo con los principales estudios para que mantenga a flote la película en nombre y en formato.
A la batalla se han sumado realizadores de fuste y con poder que han hecho un llamamiento a favor de la supervivencia del celuloide. J. J. Abrams está rodando el Episodio VII de La guerra de las galaxias en filme, al igual que hizo Christopher Nolan con su esperada Interstellar. En este grupo de defensores también están Quentin Tarantino.
Todos ellos apoyan un acuerdo entre los estudios y la casa Kodak para que rodar en celuloide siga siendo una opción. El director Judd Apatow declaró al The Wall Street Journal que trabajar en filme o en vídeo “son opciones igual de válidas, pero sería una tragedia si de repente los directores no tuvieran esta oportunidad” de elegir.
Hace siete años Kodak suministró cerca de 3.500 millones de metros de película a la industria de Hollywood. Este año se espera que la cantidad alcance, si alcanza, a los 127 millones de metros, en el medio, en 2012, la compañía se declaró en quiebra.
Según Louise Kehoe, portavoz de la empresa, en Kodak están esperanzados ante este posible acuerdo. Sin que se hayan dado a conocer los detalles, su firma garantizaría unas cantidades determinadas de filme que todos los estudios se comprometerían a utilizar anualmente. La aspiración de Kodak es la de mantener el filme disponible como soporte no sólo en rodajes sino para su distribución y almacenamiento, una de las mayores preocupaciones dado que el celuloide tiene una vida de unos cien años. En la actualidad se considera el soporte fotográfico como la mejor forma de preservar las producciones durante largos periodos de tiempo ya que todavía no queda claro cual será la vida útil de los formatos digitales.
Fuente: El País (Madrid)
Hay que darle tambien opción al 16mm como negativo-positivo y preservación por su sotenimiento en el tiempo.
Las filmotecas del mundo estarían muy felices.