Crítica: The green fog (2017), de Guy Maddín, E. Johnson y G. Johnson

La niebla verde / The green fog (Estados Unidos – 2017)
BAFICI 20: Panorama Películas sobre películas – Premiere Latinoamericana

Dirección: Guy Maddin, Evan Johnson, Galen Johnson / Música: Jacob Garchik / Montaje: Evan Johnson, Galen Johnson / Duración: 63 minutos.

MIRÁ THE GREEN FOG A TRAVÉS DE VIMEO

SOBRE EL CINE

“¿Qué estamos haciendo? No lo sé. Pero quiero dos copias”. La voz de uno de los recortes mezclados de más de 200 películas se cuestiona (desde la comicidad y lo retórico) el propio funcionamiento de The green fog de la misma manera que varios  espectadores. Lo cierto es que la respuesta se va construyendo de a poco, desde los planos de la ciudad de San Francisco y sostenido por un montaje continuo sobre el que se edifica todo el filme. Se trata tanto de una relectura de Vértigo de Sir Alfred Hitchcock como de una suerte de manifiesto sobre la construcción cinematográfica.

Para ello, la dirección tripartita conformada por Evan Johnson, Galen Johnson y Guy Maddín desarrolla tres grandes cuestiones: la primera tiene que ver con el uso de motivos y símbolos de la obra de 1958 que guían el nuevo relato y, al mismo tiempo, se reconfiguran resaltando o poniendo en crisis su valor como las vistas aterrorizadas por la altura, hombres que saltan en los techos, las caídas (desde lo alto o al agua), la contemplación de las pinturas, la iglesia o complacer al otro por cambios estéticos.

En segundo lugar, los directores plantean la creación de un lenguaje propio basado en los saltos de cámara, gesticulaciones faciales, ruidos, música, encadenameintos y, como última instancia, las voces de los personajes como medios para preguntarse sobre las razones del trabajo, las capacidades de los diferentes dispositivos tecnológicos y la propia funcionalidad del cine. Tal vez, una de las más notorias sea la inclusión del video de música This I promise you de N’sync en una televisión que subraya las materialidades y variedades de manipulación existentes.

Por último, cabe destacar el mantenimiento de la tensión dramática y de la continuidad, incluso, con la gran cantidad de películas que intervinen en el proceso. Los directores juegan con los cambios en los ritmos y tonos así como también con la implementación del blanco y negro o color según el caso para imprimirle un atractivo y, al mismo tiempo, mantener cierta temporalidad. Además, incorporan la niebla verde del título como elemento extraño y familiar, como si se tratara de una reconfiguración del concepto de lo siniestro postulado por Sigmund Freud.

Si bien el espectador puede sentir ciertas rispideces al comienzo, con el correr del metraje el código se vuelve accesible y claro. Las viejas preguntas sobre el cine se encuentran más vigentes que nunca y las relecturas sobre Hitchcock y numerosas obras y autores no hacen más que demostrar las amplias, interesantes y sorpresivas formas que aún se despliegan en esta industria.

Por Brenda Caletti
@117Brenn

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