Crítica: Dogman (2023), de Luc Besson

Dogman (Francia – 2023)

Dirección y Guion: Luc Besson / Producción: Virginie Besson-Silla, Steve Rabineau / Música: Éric Serra / Fotografía: Colin Wandersman / Montaje: Julien Rey / Intérpretes: Caleb Landry Jones, Jojo T. Gibbs, Christopher Denham, Grace Palma, Clemens Schick, Iris Bry / Duración: 113 minutos.

Dogman, la nueva película de Luc Besson, es tan excesiva como podría esperarse. Inspirada por la historia real de un niño maltratado y obligado a vivir en una jaula con perros, el cineasta galo trasciende la anécdota para construir una narración que, con altibajos, consigue mantenernos pendientes de lo que vaya a ocurrir a su protagonista.

Luego de un prólogo trepidante, que incluye una persecución policial, un camión, sangre y música al palo, el filme se estructura a través de largos flashbacks en los que se van desplegando las múltiples capas que no deja ver a simple vista un personaje oscuro, complejo y fascinante.

Porque si hay algo que se debe destacar de este largometraje es la calidad de la interpretación de Caleb Landry Jones, quien dota a su “Douglas” de una humanidad apabullante. Este hombre perturbado, al que le cuesta encajar en la sociedad, tiene una facilidad notable para entenderse con su manada de perros a los que lleva por su camino, el del lumpenaje.

Más allá de sus dificultades para relacionarse, no se podría decir que se trate de un ser sociópata. Douglas tiene una extraordinaria capacidad para empatizar con otras personas en situaciones difíciles. Empatía que pudo haber aprendido de su madre o de su manada, ya que el resto de las personas que marcaron sus años formativos no tenían tal destreza. En ese sentido es muy atractivo el vínculo que se genera entre el protagonista y Evelyn, la psiquiatra que encargada de interrogarlo y de descubrir todas las facetas de este criminal adorable.

El trabajo de Douglas como drag, maestra de la fonomímica, es una excusa para sacar a relucir una banda de sonido que incluye clásicos de Édith Piaf y Marlene Dietrich. En definitiva, Dogman es un relato interesante y entretenido que difícilmente pueda dejar indiferente al espectador.

por Fausto Nicolás Balbi
@FaustoNB

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