TV: Crítica de «Feud»

Feud (Estados Unidos – 2017) – Temporada 1

Creadores: Jaffe Cohen, Ryan Murphy y Michael Zam / Producción: Jaffe Cohen, Jessica Lange, Renee Tab y Michael Zam / Intérpretes: Jessica Lange, Susan Sarandon y Judy Davis / Compañías productoras: Fox 21 Television Studios, Plan B Entertainment y Ryan Murphy Productions / Episodios: 8 / Cadena original: FX Network / Distribución en Latinoamérica: FOX Premium.

LUCHA SIN BARRO

En diversas entrevistas se le ha preguntado a Susan Sarandon qué la motivó a aceptar la propuesta de Ryan Murphy (American Crime Story) de interpretar a Bette Davis, ya que varias veces le habían ofrecido ese papel en el pasado y lo había rechazado. La actriz adujo que fue la confianza en el showrunner la que le hizo tomar finalmente la decisión de aceptar el reto; quería que esta historia contara algo más que lo que ya se sabía sobre la disputa entre Bette Davis y Joan Crawford y, principalmente, quería que se hablara sobre el Hollywood de los 50’ y 60’, y cuánto había cambiado –si es que lo había hecho-.

Si algo demostró Murphy en American Crime Story es, por un lado, su capacidad para crear personajes creíbles y dramáticamente humanos a partir de estrellas harto conocidas públicamente y, por otro, su mirada feminista al problematizar la violencia de género tanto en el ámbito privado como en el público. Así, la Joan Crawford de Jessica Lange es una mujer sensible, orgullosa, talentosa, pero también frágil y atormentada. Un lobo herido que se para frente de cada puerta esperando que algún alma caritativa le dé la comida que ya no puede cazar. Una construcción infinitamente más compleja que la de Faye Dunaway y Frank Perry en el recordado biopic de comienzos de los 80’. Pero Murphy no oculta la historia que conocemos, las obsesiones de Crawford, su violencia y el destrato para con su hija están presentes, sólo que en un segundo o tercer plano. Esa historia ya la conocemos, entonces Feud se centra en otros aspectos quizás obliterados por las anécdotas sensacionalistas, es sus rasgos más pequeños, más humanos.

El Hollywood de los 60’ ya no existe, menos aún el de los 40’ y 50’. Sin embargo, hay cosas que parecen no haber cambiado. La exigencia sobre el aspecto femenino dentro y fuera de la pantalla; la explotación de los conflictos personales para llevarlos a la pantalla y el modo en que se usa y se desecha a ciertas actrices. Es allí donde Murphy explota su mirada feminista. El diálogo en el que Jack Warner se vanagloria de haber inventado el género “Hagsploitation” (viejas estrellas peleando entre sí) deja en claro el modo en que incluso la decadencia (femenina) puede tornar en subgénero y, por ende, en un producto vendible. El personaje de Pauline Jameson, la asistente de Robert Aldrich, es también inventado y funciona como Peggy Olson en Mad Men, la mujer que trata de abrirse paso a través de su intelecto en un mundo de hombres.

Hay en el tratamiento de las dos protagonistas un transcurrir que se condice con la historia que se está contando. En los primeros capítulos Susan Sarandon eclipsa por completo a Jessica Lange, paralelamente a lo que sucede con Bette Davis y Joan Crawford en Whatever happened to Baby Jane. Pero a partir de la entrega de los Oscars, en la que Crawford instrumenta un audaz ardid para robarse las cámaras, Jessica Lange termina eclipsando a Sarandon.

Los últimos capítulos asistimos a su drama, empatizamos y sufrimos con ella, para finalmente despedirla dejándonos una sensación de nostalgia por no poder asistir nunca más al juego entre mega-estrellas del cine que ya no volverán a nacer porque cambió Hollywood, cambió la industria y cambió nuestra forma de entender el cine.

Por Martín Miguel Pereira
redaccion@cineramaplus.com.ar

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