Los muertos (México – 2014)
Dirección y Guion: Santiago Mohar Volkow / Fotografía: Lluis Sols / Montaje: Didac Palou / Sonido: Loretta Ratto / Música: Diego Lozano / Producción: Regina Galaz, Santiago Mohar Volkow / Intérpretes: Elena Larrea, Santiago Corcuera, Florencia Ríos, Ignacio Beteta, Jorge Caballero / Duración: 88 minutos.
La realidad social mexicana es el escenario sugerido por el relato de Los muertos, una película que muestra la vida de un grupo de jóvenes, quienes aburridos de su buen pasar económico, sólo se divierten destruyendo los bienes que sus familias han sabido conseguir. Fiestas en inmensos caserones, sexo indiscriminado y alcohol libre son la clave de lectura para comenzar a comprender un filme en el que hasta que no llega una muerte absurda, parece que nada podrá detener el accionar de cada uno de los protagonistas.
Su director, Santiago Mohar Volkow, explora en su segundo largometraje, un ensayo casi netamente formal, en el que gracias a las herramientas audiovisuales, puede disponer de recursos como la multiplicidad de puntos de vista o la jerarquización del sonido según sus preferencias. Es para destacar el uso que hace del dispositivo para recrear una realidad a la que no se podría acceder sino fuera por el artificio cinematográfico. Una escena se desarrolla, mientras que la próxima (luego del corte) comienza unos segundos antes de lo que se pudo ver en la anterior. Es esta situación la que provoca un extraño efecto de bucle permanente, al mismo tiempo, que cierta omnipresencia por parte del espectador.
En Los muertos lo que importa no es la trama de una historia que ya se contó muchas veces, sino la forma en la que se presenta. Preocupado por la posición de los encuadres, la paleta cromática, los movimientos de cámara y un discurso que privilegia la estética (por ejemplo, cuando dos de los jóvenes se ponen un balde sobre su cabeza y sumergidos levemente, comienzan a caminar en cámara lenta a lo largo de una piscina infinita), el cineasta logra conformar un acabado final que brinda no sólo una reflexión sino también un disfrute del tipo contemplativo.