Crítica: Olvídame (2011), de Aldo Paparella

Olvídame (Argentina – 2011)

Dirección: Aldo Paparella / Guion: Aldo Paparella, con la colaboración de Dodi Scheuer y Eduardo Leiva Müller / Fotografía: Ariel Vilches / Edición: Julio Di Risio / Música: Alejandro González Novoa / Intérpretes: Antonella Costa, Gonzalo Valenzuela, Carlos Kaspar, Matías Marmorato, Susana Varela y Carolina Laursen / Duración: 110 minutos.

Que llegue a la cartelera cinematográfica un filme argentino de género suele ser un motivo de celebración, lamentablemente este no es el caso. El segundo largometraje del realizador Aldo Paparella, Olvídame, exhibe una catarata de caprichos sin sentido; que lejos de resaltar la gran labor ejecutada por el excelente equipo técnico, muestra un traspié tras otro.

Con el afán de llevar a escena fragmentos de una mente complicada la totalidad del filme queda caduco. Con excesiva ornamentación injustificada, los planos barrocos se cargan de elementos innecesarios que entorpecen el equilibrio visual y desorientan, aún más, al espectador que, a duras penas, puede hilar una historia.

El abuso de fundidos a negro deja inconclusas casi la totalidad de las escenas que al ser de tan poca duración narrativa quedan a medio camino. No terminamos comprender lo que acaba de suceder que ya, inmediatamente aparecerá una nueva escena en donde tampoco se entenderá cuál es su finalidad.

Su pretencioso guión delirante queda sobrecargado e ilegible. Con largos parlamentos en un castellano forzado más que pesar, dan risa. Los pasajes místicos y las sentencias en otras lenguas, que nadie se encargó de subtitular, son aburridos y estancos. Quedan así, desafortunadamente opacadas las actuaciones de grandes actores nacionales como lo son Antonella Costa y Carlos Kaspar.

¿Cuál es la historia de Olvídame? Narra la desventurada vida de una prostituta de pueblo (Costa) que, de manera torpe, nos desayunamos que es abusada sexualmente por su padre, el Dr.Atlas (Kaspar). A su vez, Víctor (Gonzalo Valenzuela) muestra su lado macabro asesinando jóvenes devotas de su escuelita de evangelización.

Tal vez la trama pueda seducir, no podemos negar la atracción por lo perverso, sin embargo, el deseo se suprime con el avance de la cinta, a medida que descubrimos la sucesión de actuaciones maniqueas y exceso de escenas eróticas. La abrumadora e injustificada carga de secuencias sexuales sólo parece tener sentido si las decisiones estéticas y narrativas estuvieran representando un filme pornográfico. Olvídame no es un thriller, tampoco es una película condicionada solo se queda a medio camino, sin rumbo….

Paparella se propone trabajar sobre grandes temas de la literatura cinematográfica como ser el incesto, la religión, las culturas autóctonas y la prostitución, entre otros, como el suicidio y el femicidio. ¿No será mucho? Fetichismo exacerbado y grosero que denigra la figura de la mujer y la rebaja a mero objeto sexual. No es por moralista que destaco este punto, el cual no me parece menor a la hora de comentar un filme en tiempos en los cuales el femicidio está a la orden del día.

El único motivo de valoración positiva es el gran esfuerzo del equipo de producción que logró recrear espacios ficticios de gran veracidad en locaciones poco vistas en la filmografía nacional.

Si la intención fue dar vida a una película de género, el intento quedó trunco. Muy lejos de satisfacer a cinéfilos expectantes, Olvídame es digna de su título: un filme para el olvido.

Por Paula Caffaro
redaccion@cineramaplus.com.ar

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18 COMENTARIOS

  1. Hola Laura, como profesional me encargo de generar discursos nuevos a partir de lo que observo. MI texto apunta al film, y no a su realizador a quien conozco y sé lo difícil que le resuelta poder filmar y estrenar en Argentina. Olvídame tiene un gran trabajo de producción, pero como película deja mucho que desear. No es consistente.
    Mi trabajo es analizar productos realizados, no tengo por qué crear ni estrenar nada para poder ejercer mi profesión. No critico desde la vulgaridad del desconocimiento, sino mas bien, todo lo contrario.
    Si Paparella se sintió ofendido, pues que sea él quien lo diga y se discutirá con argumentos sólidos.
    Saludos,
    Paula

  2. Como crítica de cine, querida Paula, deberias entonces poder criticar fuera de los parametros de narrativa clásica que propone hollywood, porque estoy segura que si tuvieses que criticar alguna de Lynch, no tomarias tanto en cuenta las disgresiones… Me parece que Laura tiene razón, la mala leche abunda en tu critica y además tambien, luego de leer muchas criticas de Olvidame, veo que entre todo el gremio se toman prestadas bastantes apreciaciones.

  3. Frente al monstruo hollywodense, el cine nacional podría explorar la posibilidad de la temática compleja la historia original y las libertades en los géneros, pero habitualmente solo logra un pastiche de situaciones evocativas de aquel monstruo, temáticas importadas , diálogos rimbombantes incapaces de superar su propia superficialidad o exacerbadamente rudos como si la violencia verbal fuera la única posibilidad de organicidad. Por otro lado sucede aveces que ciertas posibilidades tecnológicas en el montaje o la postproducción ,parecieran contribuir a democratizar los antes exclusivos efectos técnicos en las grandes producciones, dificultando una cohesión entre la supuesta factura «artesanal» que se autoconfiere «nuestro cine» y lo fragmentario de sus tramas, que al menos si yacieran proporcionales estos aspectos, dotarían en último caso de coherencia estilística al producto final. Una disgregación general opera en estos filmes y el espectador solo puede agarrarse de fragmentos , -que atentan contra la naturaleza continua que mejor le queda al cine , y una especie de moral nacionalista de juicio que parecería imponer otra expectación con lo «nuestro».
    La gran producción que detenta en fotografía , escenografía o dirección de arte puede aveces poner en demasiada evidencia la pobreza de la historia en si , comparada ya con sus posibilidades respecto a esta misma producción y el modo de llevarla en su dirección que pareciera recurrir con cierto nerviosismo al impacto antes que a una continuidad o un crescendo-decrescendo con las necesidades de la propia historia. Es bueno preguntarse a veces si la necesidad del shock es efectista o lógica de la misma historia la cual no solo podría surgir como estallido si no articulada poéticamente si hubiera un interés del mismo y sobre todo: una capacidad.

    Esta película adolece en un gran porcentaje de estas situaciones. sin que eso opaque la actuación de la co/protagonista un rol tan incómodo no solo por lo explícito si no por lo difícil que resulta ponerse al hombro y crear una performática sólida dentro de un mar de inconsistencias . La actuación de Valenzuela , hierático como siempre solo logra contribuir al tedio de una historia que no amerita las casi 2 hrs de su montaje final.

  4. Cyborg, la vanguardia pasa por otro lado, primero. Y segundo, vos deberías saber que David Lynch es un realizador consagrado en el campo del cine de autor, no entiendo tu comparación con Paparella. Te invito a desarrollar más tu idea. En mi caso, no he leído otras críticas antes de producir la mía, así que lo considero casualidad.

  5. No considero Paula que contestes aquellos que Critican tu ensayo evaluativo, pues es tu rol. Es a su vez es un a cierto que como dice una de las comentaristas de estas críticas » luego de leer muchas criticas de Olvidame, veo que entre todo el gremio se toman prestadas bastantes apreciaciones» eso pasa no con esta crítica a esta propuesta cinematográfica, por lo general siempre, siempre se repiten a todas. Pero uno se detiene a re-pensar ciertas miradas, ciertos criterios. ESTÁ ES TU POSTURA. Yo la creo acertada….UN POCO CANSADO DE COMENTARIOS COMO, EL CINE ES CARO, TIENEN UN GRAN TRABAJO TÉCNICO…. POR AHÍ HABRÍA QUE VALORAR… CON NUESTRA HISTORIA CINEMATOGRÁFICA, CINE DE GÉNERO, COMO DE AUTOR, COMO EL IDEOLÓGICO, ESTA PROPUESTA! ES UN CAPRICHO NO DE ESFUERZO SINO DE UN REALIZADOR QUE DERROCHA TIEMPO, NOMBRES (PLATA) Y QUE A SU VEZ, quieran o no, REPRESENTA A UNA INSTITUCIÓN. No quiere decir que detrás de está obra, se muestre a todo lo que él le corresponde… sino que uno espera. HAY GRANDES NOMBRE DE ASESORÍA DE GUIÓN, DE FOTO, DE MONTAJE QUE LA RESPALDAN, Y PARA NO CAER SI ES BUENA O MALA, CREO QUE LO MEJOR ACERTADO ES NO FUNCIONA, SALUDOS.

  6. Hola Paula, cuando le respondés a Laura diciéndole que tu texto apunta al film, y no a su realizador estás faltando a la verdad, porque al escribir: «Con el afán de llevar a escena fragmentos de una mente complicada..» no estás hablando del personaje de Gonzalo Valenzuela ni de ningún otro, al que hubieras mencionado,sino que te referís al director y ese comentario no tiene nada de objetivo, ni de crítico. Cuando también escribís: «Si Paparella se sintió ofendido, pues que sea él quien lo diga y se discutirá con argumentos sólidos».demostrás tu falta de profesionalismo, como si un director conociendo las reglas de este juego necesitara «aliados» que lo defiendan en un blog te los tantos que existen. Por otro lado, no entiendo, ¿necesitás discutir con el director para reafirmar tus argumentos? Evidentemente como «crítica» estás llena de subjetividades, de inseguridades y de mala leche, como dijo Laura, Cyborg y ahora yo.

    • Deberían aplaudir ls osadía de Paparella al meterse en un universo tan ajeno al la superficialidad argentina. Y dicen que saben de cine. La carpa del a.or debe ser el norte de sus respectivas brújulas.

      Nancy, comparto tu comentario, no creí que encontrara afinidades y puse cualquir mail.
      Espiritus inquietos, todo junto, en el correo hot es mi dirección. Gracias por recoger el guante

    • Me entristece como tanto vos como otras personas dedican su tiempo a difamar a Paula en lugar de exponer los logros «Olvídame».

      Es cierto que Paula estudio y trabajó en el Cievyc pero eso no la invalida para escribir la crítica de una película de su rector Aldo Paparella.

      Lo importante es que la crítica esté bien justificada y estoy seguro de que lo está. Una prueba de ello es que en lugar de discutir sus argumentos se enfocan en los aspectos personales.

      Por otra parte eso de que la crítica la ejercemos cineastas frustrados es una acusación tan vieja como este oficio y pensé que estaba saldada.

      Sería muy enriquecedor para todos que los que quieran participar de este debate hablen de los méritos de la película, de los acuerdos o discrepancias con el texto escrito por Paula y que nos olvidemos de los personalismos.

      Fausto Nicolás Balbi.

      • Ya lo hice y ratifico lo que dije. Excelente película. Los detalles? Acaso Revenge no los tiene?? O Yo, Frankenstein? Quien resalta aspectos de esta película es porque no entiende el género.

  7. Yo ví la película y la crítca está muy bien fundada. No sé por qué hablan de mala leche. Si por algo vale la película es por su aspecto técnico, pero la realización es simplemente lamentable.

  8. Y respecto al oficio del critico, hay escuelas de periodismo y critica…. estudiar direccion de cine para terminar haciendo criticas…….mmmmm. Me hace acordar a los periodistas deportivos que anhelaron ser jugadores, pero como no pudieron salir de las inferiores de un club y llegar a primera terminan haciendo periodismo y critican duramente a aquellos futbolistas que juegan todos los domingos.
    Creo en las criticas,siempre y cuando esten bien fundadas y la persona que la realice este preparada. No es este el caso.

  9. Solo para entendidos, transita por el sendero gótico de punta a punta, cumple con los parámetros de culto. Quien critica esto, está desnudando sus límites: su techo sería Indiscreciones o cosas por el estilo.

  10. Acabo de ver en el cable «Olvídame». ¿Qué se puede decir? Aldo Paparella mantiene las virtudes y los vicios que lo destacaron en «Hoteles». En primer lugar, un admirable y «bienvenidamente» innovador talento para ambientación, locaciones, vestuario, y lo que es el entorno en general. En segundo lugar, un lamentable empecinamiento en lo cool, la búsqueda pedorra de ser «de culto»(cool-de culto, de culto-cool… ¿no terminan siendo la misma cosa?), que lo lleva a guiones divagantes que juegan con el límite de la paciencia del espectador. En tercer lugar, su feroz capacidad para convencer a actores y actrices de que se pongan en pelotas en escenas por demás osadas. Valiosa virtud: muy lejos estoy de la pacatería victoriana del siglo XIX o de la neofeminista del siglo XXI. Las mismas exhibiciones que se condenaban hace más de un siglo por «inmorales» ahora se condenan por «sexistas». Vivan los desnudos, siempre y cuando el guión los justifique. Por último, un defecto que Paparella comparte con numerosos directores actuales: la marcación de actores orientada a la declamación de un/a principiante de taller teatral. Creo representar a la amplia mayoría de espectadores si digo que estamos HARTOS de ese medio tono inexpresivo con que, en este caso en particular, Antonella Costa y Gonzalo Valenzuela dicen, supongamos, «Te amo», «Te odio», «Estoy alegre», «Estoy triste», «Estoy enojada», «Voy al baño»… ¡Todo con el mismo tono! Parecen estar haciendo declaraciones públicas, «statements», ante un auditorio. Es una peste que volvió al cine argentino como una contrarrevolución luego de que el enorme Rodolfo Ledo inaugurara la marcación de actores con tono natural y cotidiano en su ciclo televisivo Sin Condena. Volvió, digo, la peste, con Fernán Mirás en Tanguito, a principios de los noventa. Desde entonces, los directores olvidaron la naturalidad y volvieron a indicarle a los actores el estilo declamativo y monótono.

  11. Obra de arte. Si se hubiera rodado en Europa seria de culto. Costa y Kaspar lejos lo mejor. Y la produccion, fotografia y musica memorables. El guion quizas este pobremente resuelto y los dialogos forzados, pero lo visual domina y encandila.

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