Crítica: Ocho cuentos sobre mi hipoacusia (2021), de Charo Mato

Ocho cuentos sobre mi hipoacusia (Argentina / Uruguay – 2021)
Estrenada en el Centro Cultural San Martín
FIDBA 9: Competencia argentina

Dirección, Guion y Producción: Charo Mato / Producción ejecutiva: Eugenia Olascuaga / Dirección de fotografía: Tomás Ridilenir / Montaje: Camila Muhafra / Sonido: Joaquín Esteva / Música: Maximiliano Silveira / Duración: 86 minutos.

ESCUCHAR AL SILENCIO

Tras el fallecimiento repentino de su mamá, Charo Mato construye un espacio íntimo audiovisual para formular algunas de las preguntas que le quedaron sin respuesta sobre la hipoacusia. Pero, a la vez, una suerte de canal para conocer y ahondar acerca de la pérdida de la audición y de la convivencia con el silencio. Si bien esta ópera prima avanza mediante la voz en off de la directora, cada uno de los disparadores integra el punto de vista personal con los testimonios de familiares y de otros casos como el suyo en pos de reflexionar sobre aspectos tan diversos como el bullying, el olvido del aprendizaje o la sensación de “no poder tener todas las conversaciones que me gustaría”, como comenta Arancha.

Y es que las declaraciones no sólo ponen al descubierto experiencias y sentimientos frente a una sociedad no siempre informada o paciente, sino también llevan a la autorreflexión rompiendo cualquier barrera entre una persona que escucha y no por la profundidad de ciertos interrogantes. ¿Uno tiene todas las conversaciones que quisiera tener? ¿Cómo será desconectar un dispositivo y quedar en silencio? ¿Se puede tolerar la ausencia de sonidos? ¿Qué pasa cuando todos los parámetros son sólo recuerdos? ¿Cuáles son los rasgos que generan identidad? El tono y la sinceridad con la que se habla en Ocho cuentos sobre mi hipoacusia invitan a sentirse parte y a querer conocer más sobre el día a día de todos los que forman parte del filme.

El otro recurso muy presente son los fragmentos de videos caseros. Curiosamente, muchas de las grabaciones fueron hechas por Mato en su infancia y conectan ese pasado con el presente como realizadora. Pero, sobre todo, le aportan un carácter más privado al relato: la idea de carta cinematográfica. Como si a través de esos registros, ella pudiera reconstruir el vínculo con la madre, reflejarse en todo el recorrido y, junto a las otras voces, finalmente encontrar varias respuestas. Un silencio y una declaración. Una voz y una polifonía. Una ausencia y un refugio.

Por Brenda Caletti
@117Brenn

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1 COMENTARIO

  1. Entre en un mundo totalmente desconocido para mi, el de la hipoacusia. La super recomiendo, fue casi una funcion privada en en centro cultural san martin, muy dulce y sensible Charo. No dejen de ir.

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