Crítica: Inevitable (2013), de Jorge Algora

Inevitable (Argentina / España – 2013)

Dirección: Jorge Algora / Guion: Jorge Algora, Héctor Carré, basado en una obra teatral de Mario Diament / Fotografía: Suso Bello / Sonido: José Alberto Suárez, Rubén Piputto / Montaje: Guillermo Represa / Música: Berrogüetto / Producción: Susana Maceiras, Luis Sartor / Intérpretes: Darío Grandinetti, Federico Luppi, Carolina Peleritti, Antonella Costa, Mabel Rivera / Duración: 97 minutos

Inevitable está basada en la pieza «Cita a ciegas» del dramaturgo Mario Diament (responsable también de la reconocida obra «Tierra del fuego»). El protagonista es Fabián, un ejecutivo bancario cuya rutinaria existencia dará un sorprendente giro al conocer a un escritor ciego, inspirado claramente en Jorge Luís Borges, y una joven artista que despertará los más oscuros deseos de Fabián.

Los créditos de apertura están acompañados por una secuencia en ralentí en la que dos personas se cruzan azarosamente en calles españolas muchas décadas antes de la época en la que se sitúa el relato. Ese breve encuentro entre el escritor y la mujer dejará huellas en ambos personajes y dinamizará la narración.

El recurso de la cámara lenta aplicado a una secuencia de varios minutos claramente no es la decisión más adecuada para comenzar una película, pero una vez que el relato, ambientado en la Buenos Aires de los años 80, empieza a desarrollarse el director Jorge Algora (El niño de barro) demuestra gran habilidad para disimular el origen teatral del texto y darle aire y dimensiones cinematográficas.

A favor de Inevitable también debe decirse que hay una sólida dirección de actores, la composición de Federico Luppi encarnando a ese casi Borges crepuscular es notable, pero el resto de los intérpretes encabezados por Darío Grandinetti y Antonella Costa también brindan sólido trabajos.

Algora cuenta esta historia de un oficinista enloquecido dispuesto a arriesgarlo todo por una mujer más joven, ensayando motivaciones y lecturas borgeanas vinculadas al amor y su sino trágico, pero la profundidad del guion no está a la altura de ese intento. Por otra parte Inevitable en ningún momento transmite esa tensión, ese nervio que siente el protagonista y que lo lleva a movilizar la acción del relato. Más correcta que lograda, inevitable termina siendo una película perfectamente evitable.

Por Fausto Nicolás Balbi
fausto@cineramaplus.com.ar

 

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