La Casa Nacional del Bicentenario, con el apoyo del Institut Français d’Argentine y la Embajada de Francia en Argentina, presentan esta interesante selección que reúne lo más reciente en materia documental de ese país. Entre las películas a proyectarse aparece Delphine y Carole. Este trabajo repasa las actividades, en favor del feminismo y la representación cinematográfica de la mujer, de la célebre actriz Delphine Seyrig (Muriel, Jeanne Dielman, 23, quai du Commerce, 1080 Bruxelles, El año pasado en Marienbad) y la documentalista Carole Roussopoulos.
Las funciones tendrán lugar en el patio de la Casa Nacional del Bicentenario (Riobamba 985, CABA) con aforo limitado. Al tratarse de una actividad al aire libre, en caso de mal tiempo se debe consultar en la web o redes (FB, IG, TW) de la Casa si se suspende. Las entradas se reservan a partir del lunes previo a cada función en el siguiente LINK.
PROGRAMACIÓN DEL CICLO
Domingo 10 de octubre a las 19:30
La corbata (La cravate), de Mathias Théry y Etienne Chaillou, 2019, 98 minutos.
Bastien tiene veinte años y ha sido activista durante cinco años en el principal partido de extrema derecha. Cuando comienza la campaña presidencial, su superior lo invita a involucrarse más. Introducido en el arte de ponerse el traje de los políticos, lo encontramos soñando con una carrera, pero viejos demonios resurgen.
Domingo 17 de octubre a las 19:30
Delphine y Carole (Delphine et Carole, insomouses), 2019, Francia, Dir. Callisto McNulty, 70 minutos.
Una mirada retrospectiva basada en la amistad y el compromiso de la actriz francesa Delphine Seyrig y la cineasta suiza Carole Roussopoulos, y su trabajo por la creación y visibilidad de películas realizadas por mujeres.
Domingo 24 de octubre a las 19:30
Una niña (Petite fille) 2020, Francia, Dir. Sébastien Lisfhitz, 85 minutos.
Cuando crezca, será una niña. Esto es algo con lo que Sasha lleva soñando desde su niñez. Además de varias entrevistas con los padres, quienes hablan claramente de Sasha como su niña, la película muestra también la lucha incansable de la familia contra un entorno hostil. Vemos a Sasha jugando, yendo a clases de ballet y durante una visita a un terapeuta especializado en identidades de género. En la escuela, no se le permite vestir «como una niña», debe usar ropa «de niños». En varias ocasiones Sasha no entiende por qué los adultos lo hacen todo tan complicado, y no la dejan simplemente ser quien es y vestir lo que le apetezca.