Después de haber rodado en Marsella entre los meses de mayo y julio, Christian Petzold encara la recta final de la realización de Transit, la que será su octava película.
Así como en Phoenix el realizador contó la historia de una superviviente de los campos de concentración que debe enfrentarse a la identidad que poseía antes de la guerra, en esta oportunidad el realizador germano aborda el principio del conflicto, sin dejar de apoyarse en su motivo predilecto: la superposición de identidades, los niveles de realidad y los continuums.
Escrita por el propio Petzold, Transit es la adaptación de la novela homónima de Anna Seghers publicada en 1944. Georg, su protagonista, es un joven que luego de la invasión Nazi trata de huir de Francia haciéndose pasar por un escritor que se suicidó y cuyos papeles tiene consigo. En Marsella, esperando la embarcación, conoce a Marie, una joven que busca desesperadamente a su marido desaparecido con quien debería encontrarse allí. Su marido no es otro que el escritor malogrado. Ella está lejos de creer que busca a un fantasma y Georg se enamora de Marie. En una Marsella poblada de refugiados que parecen espectros a la espera de convertirse en seres humanos, Georg no quiere esperar un segundo para ponerse a vivir y amar.
Para el papel protagonista, Petzold ha confiado en Franz Rogowski. A este actor que saltó a la fama con el filme Victoria se lo puede ver también en Happy End, el más reciente trabajo de Michael Haneke. A Marie la encarnará la joven y ascendente actriz berlinesa Paula Beer. Ella debutó en cine a los 15 años y ya ha trabajado bajo las órdenes de directores de la talla de Volker Schlöndorff y François Ozon, por cuya película Frantz obtuvo el premio Marcello Mastroianni a la mejor actuación joven en el Festival de Venecia de 2016. Además de Transit, Paula Beer estrenará durante 2018 Werk ohne Autor, la nueva película del realizador de La vida de los otros, Florian Henckel von Donnersmarck.
Para su realización Transit obtuvo ayudas del comité franco-alemán (300.000 euros), de la FFA (340.000 €), del ministerio de cultura alemán (250.000 €), del fondo regional Medienboard Berlin-Brandenburg (350.000 €) y de Eurimages (480.000 €).