Este fin de semana Filmoteca en vivo presentará cinco filmes protagonizados por John Wayne. El programa incluye películas dirigidas por Michael Curtiz, Raoul Walsh y el gran clásico MÁS CORAZÓN QUE ODIO, de John Ford.
Las funciones, en formato fílmico, serán gratuitas y tendrán lugar en la sala de la ENERC (Moreno 1199, Buenos Aires). Cada filme será precedido por un episodio del serial EL TREN ARROLLADOR (1932)!
VIERNES 26 DE MAYO
23.00 LOS COMANCHEROS (The Comancheros, EUA-1961) de Michael Curtiz, c/John Wayne, Ina Balin, Led Marvin, Stuart Whitman, Nehemiah Persoff. 107’.
Un ranger de Texas sigue la pista de un grupo de delincuentes que venden armas a los comanches. Se trata de un vehículo para John Wayne en el apogeo de su estrellato, como lo delata la misma presentación de su personaje, diseñada para que el público aplauda. El relato es un poco fragmentario pero el filme carece de pretensiones y avanza con la velocidad necesaria para que resulte muy disfrutable. Fue el primero que hicieron justos Wayne y Lee Marvin, a los que John Ford reunió después en dos ocasiones memorables (Un tiro en la noche, Aventureros del Pacífico). Entre otras figuras del viejo western de clase B, aparecen brevemente Bob Steele, Guinn “Big Boy” Williams y Cliff Lyons. Fue la última película de Michael Curtiz y debió ser terminada por el propio Wayne debido a la enfermedad del veterano realizador. Un clásico digno de los mejores Sábados de Súper Acción.
SÁBADO 27 DE MAYO
19.00 COMANDO NEGRO (Dark Command, EUA-1940) de Raoul Walsh, c/John Wayne, Claire Trevor, George “Gabby” Hayes, Walter Pidgeon, Roy Rogers. 94’.
La acción es compleja e implica numerosos personajes. Una parte está basada en hechos reales: existió un oficial sureño llamado Quantrill (Cantrell en el filme) quien, al amparo de su uniforme y su causa, se dedicó mayormente al saqueo y al asesinato. El contexto, el pueblo de Lawrence, Kansas, en las jornadas inmediatamente previas a la guerra de secesión, vivía tensiones similares a las que describe el film. Escrito por W. R. Burnett, especialista en policiales duros como Alma negra, fue realizado por Walsh en un estilo que se vuelve inesperadamente siniestro a medida que avanza la acción. Fue una de las producciones más ambiciosas de la empresa Republic, que normalmente hacía sólo filmes de bajo presupuesto.
DOMINGO 28 DE MAYO
17.00 ÁGUILAS EN DESTIERRO (The Fighting Kentuckian, EUA-1949) de George Waggner, c/John Wayne, Vera Ralston, Philip Dorn, Oliver Hardy, Hugo Haas, Marie Windsor, John Howard, Grant Withers, Odettre Myrtil, Paul Fix, Mae Marsh. 100’. Doblada al castellano.
Este es el filme que Osvaldo Soriano calificó como “un acto de villanía” de parte de John Wayne hacia Oliver Hardy. También escribió que se trataba de “una película del oeste” y que Hardy tenía un “papel de reparto”. Por empezar, no es «una película del oeste» porque transcurre en Alabama y el papel de Hardy no es de reparto sino absolutamente protagónico. De hecho, tiene más sustancia y tiempo en pantalla que el papel de la chica. La dupla Wayne-Hardy funciona muy bien incluso físicamente, porque Hardy era casi tan alto como Wayne. En un par de escenas Wayne incluso se da el gusto de cantar con el cómico y acompañarlo en situaciones que evocan afectuosamente el humor típico de Laurel & Hardy (una recurrente caída en la laguna como en WAY OUT WEST, una trompeta aplastada como en YOU’RE A DARN TOOTIN’). Laurel había descubierto hacía dos décadas que Hardy era un repentista genial y dejaba la cámara filmando más allá de lo pautado para permitirle que creara sus propias e inimitables reacciones ante una situación determinada. Tenía una forma única de fruncir la cara después de un golpe, por ejemplo, o de crear filigranas invisibles con los dedos para expresar turbación, vergüenza o felicidad. También era un profesional y estaba dispuesto a hacer su papel al pie de la letra, pero Wayne sabía que estaba en presencia de uno de los cómicos más amados de Historia del Cine y lo alentó a que hiciera lo suyo del mismo modo que Laurel: dejando que la cámara filme un poco más de lo necesario. Lejos, muy lejos de ser «un acto de villanía», ÁGUILAS EN DESTIERRO fue un homenaje cargado de generosidad y afecto.
19.30 EL TIRADOR (The Shootist, EUA-1976) de Don Siegel, c/John Wayne, Lauren Bacall, James Stewart, Ron Howard, Richard Boone, John Carradine, Henry Morgan. 99’.
J. B. Books, un legendario pistolero, llega a un pueblo en los albores del siglo XX. Viene a ver a su médico de confianza, para que le confirme lo que ya sabe: un cáncer lo está matando. Siendo así, decide, habrá que despedirse en buena ley. El tirador permitió a Wayne realizar un trabajo sutil y reflexivo, el mejor por lejos de sus últimos años. Es imposible no relacionar al actor con su personaje de ficción. Wayne, como Books, también tenía cáncer y estaba muriéndose. Y, como Books, también Wayne era un hombre de otro tiempo, a su manera una leyenda, que ya no tenía la energía necesaria para adaptarse al paso de los años. Books decide despedirse batiéndose a duelo con viejos antagonistas, porque es lo que ha hecho toda su vida, y Wayne decidió despedirse haciendo un western espléndido, como muchos de su extensa filmografía. Tres años después, los diarios informaban: “John Wayne ha muerto. Viva el western”
22.00 MÁS CORAZÓN QUE ODIO (The Searchers, EUA-1956) de John Ford, c/John Wayne, Jeffrey Hunter, Vera Miles, Harry Carey, Jr., Olive Carey, John Qualen, Ward Bond, Antonio Moreno. 119’.
“¿Qué hace vagar a un hombre? / ¿Qué lo hace rodar?”
Ethan Edwards (Wayne) y Martin Pawley (Hunter) son los “searchers” a los que se refiere el título original. Ambos dedican varios años de sus vidas a la búsqueda de Debbie, una niña tomada cautiva por los comanches tras la masacre de su familia. El tono oscila entre la poesía mítica de Pasión de los fuertes y el pragmatismo sombrío que inundaría los filmes de la última etapa del realizador. El personaje de Ethan Edwards, torturado por un pasado oscuro que Ford insinúa pero nunca revela, permitió a John Wayne realizar el más elogiado trabajo de su carrera. Se exhibirá en copia prácticamente nueva, rescatada por la Filmoteca Buenos Aires.