Elena sabe (Argentina – 2023)
38MarDelPlataFF: Competencia Internacional
Dirección: Anahí Berneri / Guion: Anahí Berneri, Gabriela Larralde / Producción: Vanessa Ragone / Fotografía: Federico Lastra / Montaje: Ana Remón / Arte: Fernanda Chali / Sonido: Martín Grignaschi / Música: Jackson Souvenirs / Intérpretes: Mercedes Morán, Érica Rivas, Mey Scápola, Miranda de la Serna, Marcos Montes, Marcos Ferrante / Duración: 104 min.
En los primeros minutos de su tercer filme “Por tu culpa” (2010) los cuerpos de una madre y sus hijos se presentan caóticos y registrados en planos cortos mientras batallaban entre el fuera de campo, el fuera de foco y los fragmentos de los primeros planos. Esa alquimia cinematográfica habla de una intensidad narrativa violenta, aunque intima, puesta en la tensión de los cuerpos, en la parcialidad de esas formas y sus sonidos explotando fuera de campo. Aquella realizadora que nos enseñó aquel filme hace ya 13 años, que presentó una narrativa minimalista y perturbadora que hacía eje en el cuerpo de la actriz impecable Erica Rivas, narrando con filosa mirada aferrada a los planos cortos y a los sonidos ininteligibles, es la que hoy ha crecido en su búsqueda y en esta nueva obra “Elena sabe” expande con furiosa sensorialidad estos recursos.
En la centralidad que ocupa el carácter de Elena, se percibe desde la piel la magistral composición de Mercedes Moran que le pone el cuerpo a una mujer que va siendo corroída por el mal de Parkinson, mientras busca la respuesta sobre la muerte inexplicable de su hija Rita (Erica Rivas). La trama basada en la novela homónima de Claudia Piñeiro, tiene clave, como es sello de esta escritora argentina, de género policial y drama vincular. Pero el relato de Berneri no se conforma con responder la mera pregunta por la verdad de una muerte, de la búsqueda de un culpable, de la sujeción al misterio. Lo más atractivo y genuino es como en cada paso de Elena hace un uso exhaustivo del lenguaje en sus formas visuales-sonoras. La película avanza con la enfermedad de Elena a cuestas como si Frankenstein buscara su criatura, pero invirtiendo el relato original de Shelley. Como si fuera Frankenstein quien también llevara en su propio cuerpo algo de la monstruosidad de la criatura de su creación.
Nuestro Puntaje: 9
Por Victoria Leven
@LevenVictoria