El ciclo REVOLVER Buenos Aires. Afinidades electivas entre films argentinos y alemanes presenta una selección de películas que, a criterio de los curadores, establecen entre sí un diálogo lúcido y lúdico a la vez, complementándose o contradiciéndose, interrumpiéndose o cantando al unísono. El programa reúne películas producidas en los últimos 30 años, a partir de los años 90, época de cambios importantes en ambos países. En Argentina, surgía un nuevo cine basado en libertades reconquistadas, no solo con la democracia sino también con la aparición de una generación formada en escuelas de cine que proponía un cambio radical en la manera de concebir y producir sus films. En Alemania, la muerte de Rainer Werner Fassbinder suponía, también, la muerte del Nuevo Cine Alemán. La televisión privada se imponía y el cine de autor tenía cada vez más dificultades para conseguir fondos: en su lugar predominaban las comedias triviales. Era, en suma, un momento de buscar nuevas utopías: en Argentina la de un cine más libre y renovado; en Alemania, la de una alternativa a un cine concentrado de grandes producciones (televisivas). Por un lado, una cinematografía en auge, por el otro, una cinematografía en crisis.
¿Cómo evolucionaron estas cinematografías? ¿Qué fuerzas estéticas, políticas y sociales reflejan este camino? Curado por Hannes Brühwiler y Franz Müller (por la revista alemana Revolver) junto a Luciano Monteagudo (director de programación de la sala Leopoldo Lugones) e Inge Stache (curadora de la programación de cine del Goethe-Institut), el ciclo buscará responder a estas y otras preguntas. Para abrir personalmente la muestra e iniciar el diálogo con los realizadores argentinos, estará presente el realizador Franz Müller. Una serie de charlas completa el ciclo.
Del 11 al 21 de junio de 2015
Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín
Av. Corrientes 1530
Entrada general: $25
Estudiantes y jubilados con carnet, tramitado en el teatro: $15
PROGRAMA
Jueves 11 de junio
Fango + Jesucristo Salvador (Jesus Christus Erlöser)
Se busca a Jesucristo. Así comienza el monólogo con el que Klaus Kinski desafía a un público pedante y ávido de entretenimiento, desatando una pelea tenaz. Al final, muchas horas después, termina visiblemente conmovido y agotado, recitando sentado entre un pequeño grupo de seguidores sin micrófono ni escenario. En Fango es al revés. La vida anárquica del músico y el amor libre que el “brujo” supo conseguir durante décadas en su barrio, llevan a una fatal reacción en cadena entre los ingenuos. La utopía desemboca en un exceso mortal de violencia, y al final es evidente que Jesucristo no existe: aunque se lo busque sin cesar.
No es solamente la melena salvaje de ambos protagonistas lo que acerca a ambas películas de una manera extraña. Estamos ante dos rock and rollers que luchan la última pelea desesperada por la libertad del corazón, la mente y el amor en contra de todo que se le oponga. Una pelea de los soñadores en contra de la apatía de la mayoría. Un mensaje de amor que se convierte en odio. Pero en ambas historias estamos también ante la la figura presuntuosa de un Jesús que exige en demasía a los otros: pide valentía, pide inteligencia, pide amor. Pese a que de esto queda poco y nada.
En ninguna otra película la figura histórica de Jesucristo adquiere tanta vida como en el material magníficamente editado de la performance irisada de Kinski. Mientras que, con estilo metal, Kinski llama a sus adversarios al escenario para enseguida quitarles el micrófono y gritarles –con toda la razón– que no tienen nada para decir, el “brujo” observa pasivamente cómo su idilio de amor libre se convierte en cenizas ante sus ojos. Él, que no pretendía otra cosa que meterse en terreno musical novedoso y fusionar el tango con el rock and roll, termina abandonando sus convicciones y recurriendo él mismo a la violencia.
También Fango podría ser una obra de teatro. No pretender una puesta en escena realista es quizás el mayor triunfo de la película y le otorga una extraña universalidad. Un misterio. Franz Müller
Fango (Argentina, 2012)
Dirección: José Celestino Campusano.
Con Nadia Batista, Oscar Génova, Claudio Miño.
El Brujo y el Indio son dos músicos de heavy metal que quieren formar una banda de tango trash. Mientras buscan músicos, a su alrededor se va gestando una historia de desamor y muerte cortada por cuchilleros del suburbio y cocida al fuego de armas de fabricación casera.
A las 17 y 22 horas (105’; DCP)
Jesucristo Salvador (Jesus Christus Erlöser, Alemania, 2008)
Dir. Peter Geyer
En 1971 Klaus Kinski presenta un monólogo sobre la vida de Jesucristo, “el ser humano más intrépido, libre y moderno que prefiere que lo maten antes de pudrirse en vida.” El actor con fama de loco es interrumpido una y otra vez por un público que no quiere escuchar un sermón, quiere discutir. Una noche tumultuosa de insultos mutuos. Una performance teatral en una época crítica con toda autoridad, el fracaso grandioso de una medida idealista y un testimonio excepcional de un momento y de un artista excepcionales.
A las 14.30 y 19.30 horas (84’; DCP)
Viernes 12 de junio
La vida por Perón + Detuvieron a Knut (Sie haben Knut)
Dos películas que podrían inscribirse en el Kammerspiel la primera transcurre en una cabaña en las montañas, donde un colectivo se toma una especie de descanso perdiéndose en discusiones interminables; la segunda, en plena Buenos Aires, en una casa familiar donde un movimiento clandestino con clara estructura vertical está a punto de dar un golpe político perfectamente planificado.
Ambas películas se centran en la emancipación del individuo del grupo, en ambos casos el grupo es un grupo de resistencia política. Sus aspiraciones “serias” son llevadas al absurdo. Y qué mejor recurso que la distancia para hacer surgir el humor. Mientras que el humor de Krohmer es silencioso, irónico, a veces misantrópico, Belloti narra en clave humanista al borde de lo macabro, pero siempre logrando que el relato no se vuelva farsa. Que esto no ocurra es casi un milagro. Porque lo que se plantea roza lo inverosímil: un joven militante se ve enfrentado al hecho de que el líder de su organización quiere intercambiar el cuerpo del padre muerto por el cadáver del general Perón para secuestrar este último.
¿Quién creería algo así? Los planteos en el cine son algo hermoso. El eslabón perdido. El cadáver de Perón, que por supuesto nunca vemos. En la película de Krohmer es la figura de Knut. ¡Detuvieron a Knut! El patetismo de Wolfgang (interpretado por el guionista Daniel Nocke) al dar esta noticia urgente roza lo ridículo. Porque apela a la seriedad para demostrar poder y control. El lenguaje torcido del poder se vuelve ridículo cuando tomamos distancia del juego de poder y observamos desde otro ángulo. En la película de Krohmer, el ángulo es la mirada actual puesta sobre un estado de ánimo de los años 80. La locación histórica también suma en la película de Belloti. Es que ninguna de las dos apuesta al realismo. Y eso las vuelve tanto más verosímiles. Franz Müller
La vida por Perón (Argentina, 2004)
Dirección: Sergio Bellotti
Con Belén Blanco, Cristina Banegas, Esteban Lamothe
El día de la muerte de Juan Domingo Perón, el soldado Alfredo Álvarez se entera de que ha fallecido su padre. En el curso del velorio de Don Pedro Ignacio Álvarez, Alfredo y su familia serán involuntarios prisioneros de una organización del peronismo de izquierda que planea utilizar el cadáver del muerto para sustituir al del General Perón, como parte de un intento delirante por tomar el poder. En esa situación de encierro, se sucederán alternativas trágicas y cómicas, y todos, prisioneros y carceleros, serán a su vez víctimas de sus prejuicios ideológicos y personales.
A las 14.30 y 19.30 horas (87’; 35mm.)
Detuvieron a Knut (Sie haben Knut, Alemania, 2003)
Dir. Stefan Krohmer
Con Hans-Jochen Wagner y Alexandra Neldel
No podría ser más auténtico el retrato, en esta película tragicómica, de los primeros años de la década de 1980 en Alemania. Pacifistas militantes con pulóveres tejidos a mano exhiben una postura política nítida sin fisuras y rechazan consecuentemente a todo aquel que no comparte la misma ideología. Cuando Ingo y Nadja intentan renovar su relación estancada durante un fin de semana en los Alpes tiroleses llega sorpresivamente un grupo de amigos de Knut. Al enterarse de que Knut aparentemente fue arrestado, el grupo comienza a discutir los pasos a seguir y a demostrar posturas encontradas.
Detuvieron a Knut ganó el premio a la mejor película en el Festival de Schwerin y el premio al mejor guion de la Asociación de Críticos de Cine Alemán.
A las 17 y 22 horas (107’; 35mm.)
Sábado 13 de junio
Fantasma + Adiós, invierno (Winter Adé)
A priori, parecería que Fantasma y Adiós, invierno no tuvieran siquiera una sola cosa en común, como si fueran planetas que orbitan en galaxias completamente diferentes y lejanas entre sí. El film de Lisandro Alonso es en color; el de Helke Misselwitz, en un crudo blanco y negro. Uno está hecho casi exclusivamente de ruidos y silencios y el otro, en cambio, no sólo confía en la palabra sino que además la propone como ofrenda, en un momento crucial, donde en la ex Alemania del este, poco antes de la caída del Muro, se percibe la necesidad de ponerle voz a tantas ideas y sentimientos amordazados. Uno es un film de hombres solos y aislados; el otro, por el contrario, es de mujeres en comunión, que aun siendo desconocidas entre sí parecen tener tanto para compartir. Finalmente, la de Alonso es una película estática, de planos fijos, realizada en un espacio único y no sólo cerrado sino incluso asfixiante, mientras que la de Misselwitz está en movimiento continuo, se traslada constantemente a través de los rieles de un territorio que parece abrirse al mundo.
Y, sin embargo, pese a tantas distancias y contrastes, en Fantasma y Adiós, invierno parece latir un eco en común, algo así como el presentimiento de cierto fin de los tiempos. En la película alemana es mucho más claro y transparente: estrenada (no sin controversias) en el Festival de Leipizig de 1988, exactamente un año antes de la chispa que en esa misma ciudad encendería la llama que culminaría con la división de las dos Alemanias, Adiós, invierno anticipa la disolución de un país y un sistema. En el film de Alonso todo es más opaco, misterioso, pero se percibe también una idea de final, en este caso el final de una concepción de cultura, esa que encarna una institución del valor simbólico que siempre tuvo –y fue perdiendo– el Teatro San Martín. De algún modo, las desoladoras imágenes de Fantasma –la Lugones casi vacía, los pasillos aterradores, el personal como zombies– son pesadillas muchas veces vueltas realidad. Luciano Monteagudo
Fantasma (Argentina/Francia/Holanda, 2006)
Dirección: Lisandro Alonso
Con Argentino Vargas, Misael Saavedra, Carlos Landini
Argentino Vargas, de 56 años, llega a Buenos Aires. Parado en el hall principal del Teatro San Martín, espera a alguien para que lo acompañe al décimo piso, a una función de la película en la que es protagonista. El edificio, sus baños, escaleras, ascensores y talleres, son los verdaderos protagonistas de un misterio encontrado por dos hombres que se sienten extraños en este espacio.
A las 17 y 22.30 horas (63’; 35mm.)
Adiós, invierno (Winter Adé, Alemania, 1987/1988)
Dir. Helke Misselwitz
“La igualdad jurídica y económica de hombres y mujeres había sido legislada cuarenta años atrás. ¿Pero cómo se había modificado en estos años el comportamiento social?”. Esto fue lo que le interesó a Helke Misselwitz cuando se subió a un tren y abrió el micrófono a diferentes mujeres de la RDA para que cuenten cómo viven y con qué sueñan, logrando así una de las películas más importantes sobre las mujeres en la RDA, sus añoranzas y estados de ánimo. A pesar del malestar oficial por la franca crítica social y política inherente a los testimonios, la película compitió en el Festival Internacional de Documental de Leipzig y ganó la Paloma de Plata y un lugar importante en la historia del cine alemán.
A las 14.30 y 19.30 horas (115’; DCP)
Domingo 14 de junio
Balnearios + Cómo vivir en la RFA
¿Una comedia de Harun Farocki? ¿Es eso acaso posible? Quizás el director de Fuego inextinguible no la concibió exactamente en esos términos, pero es lo que –por su mirada irónica sobre la vida cotidiana de sus conciudadanos, por el humor absurdo que encuentra en cada una de las situaciones que presenta– termina siendo Cómo vivir en la RFA, una película insólitamente inédita hasta ahora en Argentina, donde Farocki es tan bien conocido. Y aunque los materiales y las realidades sobre las que trabajan son bien diferentes, la asociación con Balnearios, el primer largometraje de Mariano Llinás, surge espontáneamente.
Tanto el de Farocki como el de Llinás son films alejados de las convenciones del documental como de las pretensiones del ensayo. Se evidencian como cuerpos extraños, casos singulares, fuera de norma. Ambos tienen una mirada entre distante y presuntuosa sobre su objeto de estudio, pero lo que los redime de su asumida vanidad es su capacidad de irrisión, su poder sarcástico, su humor paradójico, por momentos desopilante. Y ese humor en ambos films opera por acumulación: los rituales veraniegos de las playas (con los turistas practicando largas y vanas caminatas) o los personajes más representativos de la fauna balnearia en la película de Llinás; las lecciones para todas y cada una de las acciones de la vida cotidiana en la de Farocki, hasta llegar a una suerte de paroxismo. El resultado son dos miradas convergentes sobre las ceremonias más repetidas y banales de sociedades completamente diferentes, pero unidas por ese carácter uniforme y homogéneo que tiende a reglar y sistematizar cada una de las acciones de la vida comunitaria. Luciano Monteagudo
Balnearios (Argentina, 2002)
Dirección: Mariano Llinás
Con las voces de Verónica Llinás, Mario Mactas, Alejandro Zucco
Enciclopedia de costumbres de los balnearios de la Argentina. Ciudades sumergidas, guardavidas, un hotel de principios de siglo, sirenas, barquilleros, diques, animales marinos y castillos de arena, se dan cita en un film variado y desconcertante.
A las 17 y 22 horas (80’; digital)
Cómo vivir en la RFA (Leben BRD, Alemania, 1990)
Dir. Harun Farocki
Donde quiera que uno mire, las personas parecen actores interpretándose a sí mismas. Una película sobre el teatro de la vida hecha a partir de cursos de entrenamiento, pruebas de condición física para personas, de durabilidad para los objetos, ya sea en cursos profilácticos para padres y madres en espera de dar a luz, en ensayos retóricos para charlas de ventas, en el campo de entrenamiento militar, o durante los juegos de rol con propósitos educativos. En todas partes puede sentirse el incesante esfuerzo por prepararse para la emergencia de la “realidad”.
A las 14.30 y 19.30 horas (83’; digital)
A las 19.30, diálogo público entre Mariano Llinás y Franz Müller acerca del dúo Balnearios y Cómo vivir en la RFA
Modera Luciano Monteagudo.
Lunes 15 de junio
Bolivia + Los arboles no dejan ver el bosque (Der Wald vor lauter Bäumen)
Bolivia y Los arboles no dejan ver el bosque son películas de inmigración. Pero a diferencia de muchas películas que explotan el tema en Europa y Estados Unidos desde hace algunos años y que ya constituyeron un género propio –absolutamente desmerecido para los inmigrantes– estas dos películas son justamente relatos lineales sobre las terribles relaciones económicas y círculos viciosos de nuestro mundo: frutos de la ira, frutos de la soledad.
La película de Caetano habla de la economía verdadera, la economía de la más pura subsistencia; la película de Ade se centra en las economías sociales y emocionales, y en los patrones que estas imponen. Cuanto más pide Melanie Pröschle (Eva Löbau) a sus prójimos, más se retiran éstos. Presenciar este comportamiento resulta espantoso. Una película de horror. Lo mismo vale para los intentos de Freddy Flores de afincarse en una nueva ciudad, Buenos Aires. Son los círculos viciosos los que desvelan todo el alcance del horror: en Los arboles no dejan ver el bosque sufrimos con la protagonista cuando su supuesta nueva amiga se distancia de ella; poco más tarde tenemos que soportar que Melanie evidencie el mismo comportamiento cuando un colega busca entablar una amistad. Algo parecido le ocurre a Freddy que es obligado a despertar a los clientes del bar y mandarlos a la calle cuando no quieren consumir. Una noche él mismo gasta parte de su modesto salario en otro bar. Y se queda dormido.
En el mundo de los luchadores solitarios el hombre tiene que estar permanentemente alerta, cuidar la imagen y los valores que transmite, saber qué no debe hacer de ninguna manera y cómo sacar ventaja. Eso es lo que vuelve a ambas películas tan modernas y al mismo tiempo tan atemporales. Muchas veces las óperas primas tienen esta claridad, la mirada franca, la ira, el aguante y la compasión. No buscan congraciarse con el público. No ofrecen escape. Sin embargo, el final sublime de la película de Ade ofrece una luz de esperanza, del mismo modo en que la secuencia de fútbol al principio de la película de Caetano ofrece un toque de distancia, la necesaria, por cierto, para soportar la película. Franz Müller
Bolivia (Argentina/Holanda, 2001)
Dirección: Israel Adrián Caetano
Con Freddy Flores, Rosa Sánchez, Oscar Bertea
Freddy es un inmigrante boliviano que vive en Buenos Aires. En su nuevo trabajo como parrillero de un bar de San Cristóbal conocerá a Rosa, una inmigrante paraguaya. De maneras diversas, ambos sufrirán la xenofobia de los porteños.
A las 17 y 22 horas (75’; 35mm.)
Los árboles no dejan ver el bosque (Der Wald vor lauter Bäumen, Alemania 2003)
Dir. Maren Ade
Con Eva Löbau, Tina Schaffner, Thorsten Rehm.
Melanie, una joven provinciana llena de ideales, se muda de la provincia a la ciudad para comenzar su primer trabajo como docente de secundaria. Pero estar al frente del aula, ganarse la confianza de los nuevos colegas o trabar amistad resulta más difícil de lo esperado.
Un extraordinario trabajo de la actriz principal Eva Löbau que le valió el premio a la mejor actriz en Bafici 2003.
A las 14.30 y 19.30 horas (81’; 35mm.)
Martes 16 de junio
La niña santa + Tótem
Los abismos de la existencia pequeño burguesa son el tema de Tótem, la ópera prima de Jessica Krummacher. Con los ojos de una joven empleada doméstica conocemos a una familia cuyos miembros están sumergidos en una incomunicación absoluta. Lo que a primera vista parece otro ejemplo de cine social realista se transforma rápidamente en un Kammerspiel inquietante que conquista por su humor decente y una gran sensibilidad por los momentos absurdos.
Las densas matas verdes que rodean las casas del conurbano producen una estrechez claustrofóbica de la que es difícil escapar.
La Niña santa, la segunda película de Lucrecia Martel, respira una atmósfera enigmática y de Kammerspiel muy parecida a Tótem. Al igual que el conurbano en Tótem, aquí el lugar funciona como un universo cerrado en sí mismo. También aquí se abren los abismos, pero no son tan pronunciados como en el film de Krummacher. Para la joven protagonista, el hotel se transforma en una especie de país de las maravillas cuando comienza un congreso de médicos y su vida regida por la religión se encuentra con la racionalidad fría de la ciencia. Hannes Brühwiler
La niña santa (Argentina/Italia/Holanda/España, 2004)
Dirección: Lucrecia Martel
Con Mercedes Morán, Carlos Belloso, Alejandro Urdapilleta, María Alche.
Amalia vive en el Hotel Termas, que pertenece a su familia y donde vive con su madre Helena y su tío Freddy. En medio de una multitud un hombre, detrás, se apoya sexualmente sobre ella. Más tarde, en el hotel, descubre que ese hombre es el Dr. Jano, un prestigioso otorrinolaringólogo. Amalia anuncia a su amiga Josefina que ya tiene una misión: salvar a un solo hombre.
A las 14.30 y 19.30 horas (106’; 35mm.)
Tótem (Totem, Alemania, 2011)
Dir. Jessica Krummacher
Con Marina Frenk, Natja Brunckhorst y Benno Ifland.
La joven Fiona trabaja como empleada doméstica para la familia Bauer. Padre, madre, hijo e hija cada uno vive por su cuenta sin comunicarse con los otros. Fiona se encarga de ordenar, cuidar a los chicos y mantener limpia la casa. Pero hay algo que no está bien y de a poco las cosas se van descontrolando. ¿Por qué la madre de repente comienza a llorar? ¿Qué hace Fiona con el bebé en el medio de la noche en la ruta? Tótem es una película de horror cotidiano que está atravesada por un ruido molesto que nadie escucha, por sombras que nadie ve. Salvo el cine.
Estrenada en la Semana Internacional de la Crítica, Bienal de Venecia 2011.
A las 17 y 22 horas (86’; DCP)
Miércoles 17 de junio
Tan de repente + Mi estrella (Mein Stern)
Dos ejemplos magistrales de una narración emocionante: en Tan de repente, la ópera prima de Diego Lerman, una joven vendedora es arrancada de su vida aburrida y rutinaria en Buenos Aires. Se deja secuestrar por dos mujeres y juntas viajan al mar. En Mi estrella, Valeska Grisebach cuenta el amor de dos adolescentes en Berlín. Son dos películas clave de la historia reciente del cine argentino y alemán, respectivamente. Sin embargo son muy diferentes en lo formal. El blanco y negro melancólico de Tan de repente recuerda al independent cinema norteamericano o a la escuela de fotografía callejera. La liviandad que le otorga Lerman a su relato cede terreno, en la ópera prima de Grisebach, a una forma más concentrada y reducida. El amor de dos adolescentes y sus ideas acerca de cómo debería ser, se condensan en instantes que rompen las limitaciones de la pantalla y tocan al espectador en lo más íntimo. Con toda razón Lerman considera su película una película de aventura, calificación que le cabe también a Mi estrella. En ambas películas extraordinarias los protagonistas se adentran en una aventura e indagan así los roles pre-moldeados que les son transmitidos por la sociedad. Hannes Brühwiler
Tan de repente (Argentina/Holanda, 2002)
Dirección: Diego Lerman
Con Carla Crespo, Verónica Hassan, Tatiana Saphir.
Marcia es una chica joven y gordita, vendedora de lencería, que lleva una vida rutinaria y gris en Buenos Aires. Mao y Lenin son una pareja de chicas punk, que tropiezan con Marcia y, por algún motivo inexplicable, se empeñan en demostrarle su amor. Desde ese momento, las tres emprenden un viaje inesperado hacia un lugar desconocido.
A las 17 y 22 horas (90’; 35mm.)
Mi estrella (Mein Stern, Austria/Alemania, 2001)
Dir. Valeska Grisebach
Con Nicole Gläser y Christopher Schöps
Mi estrella es una historia de amor en la que dos adolescentes enfrentan sus sentimientos con la seriedad de los niños y la libertad de los adultos. Con una mirada muy directa a la realidad de los jóvenes quinceañeros, y filmada con actores no profesionales, la directora Valeska Grisebach logra una película con un conmovedor aire testimonial.
La ópera prima de Valeska Grisebach obtuvo el premio alemán First-Steps Award 2001 y una mención especial de Fipresci en Toronto.
A las 14.30 y 19.30 horas (62’; 35mm.)
Jueves 18 de junio
Tierra de los Padres + Los archivos de la Media Luna
La película argentina transcurre casi íntegramente en un cementerio, la alemana toma como punto de partida un archivo tan valioso como olvidado. Ambos son espacios donde esencialmente impera la serenidad, el recogimiento y, en particular, el silencio. Pero tanto Tierra de los padres como Los archivos de la Media Luna comparten una rara virtud: hacen hablar a los muertos, agitan los fantasmas del pasado y terminan interpelando al presente.
El film de Nicolás Prividera hace de la historia argentina un eterno campo de batalla, donde los muertos no tienen sosiego y continúan hablando desde sus tumbas y cruzando sus ideas como si fueran espadas. El de Philip Scheffner también remite a un escenario bélico, en su caso la Primera Guerra Mundial, donde igualmente hay vencedores y vencidos, como en toda contienda. Pero con una salvedad: el invisible protagonista de su película es además un prisionero, un soldado extranjero oriundo de la India, cautivo en Alemania, muy lejos de la tierra de sus padres. Y a través de un primitivo registro fonográfico habla, aún hoy. Y su voz –colonizada como su país y su cuerpo, utilizada como material de un experimento antropológico– llega conmovedoramente al presente. Y lo cuestiona, y lo pone en crisis.
Es muy infrecuente encontrar dos films que trabajen en términos tan fuertemente políticos y de manera tan contemporánea con materiales del pasado. Es el extraño caso de Tierra de los padres y Los archivos de la Media Luna. Luciano Monteagudo
Tierra de los padres (Argentina, 2011)
Dirección: Nicolás Prividera
Con Felix Bruzzone, José Campusano, Lucía Cedrón
El repetido enfrentamiento de dos versiones de la historia: la de los vencedores y la de los vencidos, a través de un espacio concreto y simbólico a la vez: Recoleta, el cementerio más antiguo y patricio de Buenos Aires.
A las 14.30 y 19.30 horas (100’, digital)
Los archivos de la Media Luna (The Halfmoon Files, 2007)
Dir. Philip Scheffner
“Los archivos de la Media Luna” es una investigación audiovisual que entrelaza política, colonialismo, ciencia y medios de comunicación partiendo de documentos gráficos y sonoros de prisioneros de guerra durante la Primera Guerra Mundial en el “Halbmondlager” (Campamento de la Media Luna) situado cerca de Berlín. Una película sobre las lagunas, las omisiones y la construcción de la Historia. Una película cuyos protagonistas por lo general son invisibles, pero cuya ausencia se hace sentir. Dicho de otro modo: una historia de fantasmas.
A las 17 y 22 horas (97’; digital)
A las 19.30, diálogo público entre Nicolás Prividera y Horario Bernades acerca del dúo Tierra de los padres y Los archivos de la Media Luna
Viernes 19 de junio
Rapado + Todo el tiempo del mundo (Alle Zeit der Welt)
El dúo de películas de Rejtman y Findel probablemente sea el más rebelde de este programa. Todo el tiempo del mundo y Rapado hablan de sujetos errantes. Personas en estado de búsqueda, en Berlín y en Buenos Aires, en un mundo distanciado, extraño y misterioso. Mientras que los protagonistas de Rapado se pierden, la mirada de Findel es más optimista, es más bien la de un Oblómov que observa el mundo y cree reconocer la comedia en él: si sabemos esperar lo suficiente, todo se acomoda solo. En el fondo, las películas son tan distintas entre ellas como lo son Antonioni y Fellini, y seguramente se podría haber combinado Rapado más armónicamente con alguna de las primeras películas de la Escuela de Berlín. Con La suerte de mi hermana (Das Glück meiner Schwester) de Angela Schanelec, por ejemplo, o Dealer, de Thomas Arslan. Preferimos Todo el tiempo del mundo porque no hizo escuela. Sería interesante indagar qué hubiera pasado si la película de Findel hubiera encontrado imitadores como la de Rejtman, si hubiera iniciado un movimiento cinematográfico. Que esto no haya ocurrido se debe probablemente a que la estructura de financiación de la cinemtaografía alemana hace del cine un arte estatal. Una comedia como la de Findel, que se alimenta de la superabundancia de ideas, nunca fue portavoz del Estado, porque ofrece alternativas a la visión dominante del mundo. De modo que es un caso aislado, como lo era la película de Rejtman hasta que a partir del “menos es más” comenzó a desarrollarse una Nouvelle Vague argentina (parecido a lo que sería el surgimiento de la Escuela de Berlín años más tarde).
Este par constituye también un duelo de posturas. Pese a todas las similitudes -–como la serenidad y la soltura del relato, el leguaje fílmico de un encanto pasado demodé, la ridiculez conmovedora de los protagonistas– lo que las une es la disonancia. Y aun así la protagonista de la película de Findel le podría decir en cualquier momento al protagonista de la película de Rejtman: “¡Por Dios! ¡La verdad que no entendés nada!” Franz Müller
Rapado (Argentina/Holanda, 1992)
Dirección: Martín Rejtman
Con Ezequiel Cavia, Damián Dreizik, Mirta Busnelli
Un adolescente comienza a cambiar su vida cuando su motocicleta, dinero y zapatillas son robados. A partir de ese momento, se rapa por completo y empieza a obsesionarse con la idea de poder robar una moto similar. Sus intentos por llevar a cabo el robo lo llevan a encuentros que se disparan en varias direcciones y se entrelazan de manera enrevesada e inesperada.
A las 14.30 y 19.30 horas (75’; 35mm.)
Todo el tiempo del mundo (Alle Zeit der Welt, Alemania, 1998)
Dir. Matl Findel
Con José van der Schoot, Ivana Broukova, Ruth Vaughn, Matthew Burton, Jockel Tschiersch.
Matthew necesita una mujer y Lilith a un sponsor para una expedición solitaria al desierto mongol. A esta combinación imperfecta se unen Anton, que sufre una enfermedad terminal, el artista Toost, y Radka, quien intenta rearmar su vida en Alemania. Destinos que se acercan, se cruzan, y que hacen surgir momentos casi armónicos en el medio del caos cotidiano.
A las 17 y 22 horas (93’; digital)
Domingo 21 de junio
Viola + Los amigos de los amigos (Die Freunde der Freunde)
Dominik Graf adapta una novela de Henry James, Matías Piñeiero pone en escena extractos de la obra de Shakespeare. Aunque las dos adaptaciones cinematográficas a primera vista puedan parecer muy diferentes entre sí, comparten una esencia alegre y liviana cuando interpretan y traducen los textos originales al presente. La liviandad se refleja también en la forma: Dominik Graf transforma lo espectral del relato en una estética digital resquebrajada, se perciben sus ganas de trabajar con las nuevas cámaras digitales. Viola, que no cuenta ninguna historia de fantasmas, logra una atmosfera de ensueño muy parecida a partir de diversas repeticiones y variaciones intercaladas por Piñeiro. Y con esto descubrimos otra similitud: ambos directores renuncian a situar sus relatos básicamente en la realidad sino que crean dos obras extraordinarias firmemente ancladas en el país de la ficción. Hannes Brühwiler
Viola (Argentina/EE.UU., 2012)
Dirección: Matías Piñeiro
Con María Villar, Agustina Muñoz, Elisa Carricajo
Cecilia ocupa sus días ensayando la comedia Noche de reyes, de William Shakespeare, mientras Viola deja pasar los suyos arriba de una bicicleta repartiendo películas pirateadas. Entre diferentes teorías del deseo, entre sueños, versos y ficciones en un mundo de mujeres shakesperianas, los misterios no se resuelven, pero el amor circula irrefrenablemente.
A las 17 y 22 horas (65’; DCP)
Los amigos de los amigos (Die Freunde der Freunde, Alemania, 2002)
Dir. Dominik Graf
Basada en la novela The friends of the friends, de Henry James, 1896
Con Matthias Schweighöfer, Sabine Timoteo, Florian Stetter y Jessica Schwarz
Gregor es un joven estudiante que cree ciegamente en el amor. Piensa que entre las personas existen profundas conexiones que duran toda la vida. Cuando conoce a Billie en una fiesta, se enamora al instante. Sabe que ella es la persona que buscaba. Al mismo tiempo, descubre que su mejor amigo, Arthur, parece estar ligado de alguna forma a Billie. Consciente de que ambos podrían estar hechos el uno para el otro, evita a toda costa un encuentro entre ellos.Premio Grimme de TV alemana.
A las 14.30 y 19.30 horas (89’; digital)