Cartagena: Homenajes para Pablo Trapero y Kim Ki-duk

El FICCI 55 le rinde homenaje a Kim Ki-duk, uno de los más grandes representantes de la vanguardia cinematográfica de Corea del Sur y a Pablo Trapero, nombre fundamental del Nuevo Cine Argentino y Latinoamericano. Del primero se proyectarán seis de sus películas entre los que se encuentran Hierro 3, La isla, Piedad y Primavera, verano, otoño, invierno… y otra vez primavera; del segundo, sus siete largometrajes, entre ellos Mundo grúa, El bonaerense, Carancho y El elefante blanco. El público asistente al festival también podrá compartir con estos grandes directores en las actividades del Salón FICCI.

Después de abandonar la infantería y la pintura, a sus treinta tres años, Kim Ki-duk inició su carrera como guionista y director, sin tener formación previa en estos campos. En Francia, donde estudió pintura, asistió por primera vez al cine, y a partir de ahí empezó a aplicar a todos los concursos de guión en su país natal. En 1996 estrenó su primer largometraje, Cocodrilo, que significó el comienzo de una carrera memorable y controversial. Sus películas son arriesgadas y abordan temas tabú; la violencia cruda en conjunción con el amor obsesivo suelen ser las temáticas transversales de sus historias. Kim Ki-duk lleva a sus personajes a su lado humano más oscuro y con ellos pone al espectador al límite de sus propios miedos.

Kim Ki-duk se distingue por ser uno de los pocos cineastas surcoreanos que han logrado traspasar las fronteras de su continente. Su carrera se ha visto respaldada por múltiples premios: un Oso de Plata de la Berlinale por su película La Samaritana (2004), cuatro premios en el Festival de Cine de Locarno y el Premio del Público en el Festival de San Sebastián por Primavera, verano, otoño, invierno… y otra vez primavera (2003), y ocho premios en el Festival de Venecia por Hierro 3 (2004) y Piedad (2012), entre otros galardones. El FICCI 55 le rinde tributo con una retrospectiva que incluye estas cuatro películas que lo consolidaron en el circuito internacional, junto a La isla (2000) y El arco (2005); y la entrega de la India Catalina, el 15 de marzo, a las 6:00 pm en el Teatro Adolfo Mejía, con la proyección Hierro 3 y un conversatorio con el director.

Así mismo, está invitadoPablo Trapero, a quien se le rendirá un tributo que reconoce su cine visceral y genuinamente latinoamericano, además de su carrera como productor. Trapero cautivó la atención de los festivales de cine internacionales con su ópera prima Mundo grúa (1999), donde mostró los primeros visos de lo que sería su cinematografía, y obtuvo premios en los festivales de Friburgo, Rotterdam, Venecia y La Habana. En 2002, El bonaerense lo consolidó como uno de los directores promesa de América Latina. En esta película, dejó al descubierto una Argentina con problemas en sus instituciones y perfiló un entrañable y confundido personaje principal. Sus siguientes largometrajes ratificarán el sentido social y de denuncia de su cine y su capacidad para moverse en diferentes géneros cinematográficos.

En 2004, con Familia rodante, mezcló la comedia dramática con el road-movie y demostró que el Nuevo Cine Argentino podía tener registros distintos al realismo social, los tiempos muertos y la dramaturgia de lo cotidiano. En 2006, presentó Nacido y criado donde deja ver el drama de un exitoso diseñador de interiores que viaja a La Patagonia luego de un terrible accidente. Posteriormente, vendrían las películas que lo pusieron en el glamour de Cannes con la nominada a la Palma de Oro Leonera (2008), donde una mujer busca criar a su hijo desde la prisión; y sus dos participaciones en Una Cierta Mirada, Carancho (2010), donde presenta una historia de amor entre un abogado que se aprovecha de las víctimas de accidentes de tránsito y los vacíos legales para sacar millonarias cuantías a las aseguradoras y una joven médica que busca salvarle la vida a uno de sus potenciales clientes; y Elefante blanco (2012), que pone a prueba a un sacerdote que trabaja en la construcción de un hospital en un barrio pobre, y que en medio de sus tribulaciones encuentra consuelo en una joven trabajadora social atea. Como parte del tributo al director argentino, se le hará entrega de la India Catalina, el 13 de marzo, a las 4:30 pm, en el Teatro Adolfo Mejía.

Pablo Trapero y Kim Ki-duk, son dos directores que, desde sus respectivas culturas, estilos y apuestas narrativas, han completado carreras llenas de riesgos y logros, obras que han traspasado fronteras desde lugares ajenos a los grandes centros del cine mundial.

Fuente: Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias

 

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