The Man Inside (Francia / Kuwait / Emiratos Árabes Unidos – 2012)
LATINARAB3: Competencia oficial
Dirección, guión y fotografía: Karim Goury / Producción: Karim Goury, Talal Al-Muhanna / Edición: Françoise Tourmen / Música: Thierry Bousquet / Duración: 50 minutos.
The man inside se inscribe en el subgénero que podríamos denominar reconstrucción de la propia identidad (el caso más cercano a nosotros es Los rubios de Albertina Carri). En esta película un cineasta europeo de origen árabe llega a Kuwait, se instala en una habitación de hotel a la que no abandonará hasta que se acerque el final del relato.
Allí, con elementos que le pertenecieron a su padre (un puñado de cartas escritas en un idioma que le resulta extraño, una cinta de cassette que contiene su voz, un disco roto y algunas pocas cosas más) e instalado en el hotel que alguna vez él supo habitar, empieza a reconstruir vidas posibles para ese hombre al que nunca conoció.
Al comienzo el filme tiene un tratamiento visual impecable, cada plano exhala cine y la obra encuentra una cadencia exquisita, luego cuando Goury empieza a leer cada una de las cartas de su padre llenando la banda sonora de palabras que se suceden casi sin pausa, el relato pierde fluidez, brillo y las ideas visuales empiezan a perder peso frente al dominio de la palabra.
Sin embargo de vez en cuando aparecen ideas, imágenes que nos dan algún respiro. En este sentido hay tres momentos de gran poder en medio del relato. El padre en cuestión falleció un 9/11, en 1989 y el realizador trabaja un logrado plano con un avión y una torre. De igual manera también a partir de la construcción visual el filme invita a pensar en una ciudad que veintidós años después ya no es la que alguna vez habitó su padre. Para finalizar con este tríptico de imágenes vale la pena destacar aquella en la que el protagonista camina sobre las cartas esparcidas a lo largo de la habitación.
También está logrado el trabajo que el realizador hace sobre su propia imagen siempre fragmentada o escondida, el protagonista podría ser Karim Goury o cualquier otro hombre, incluso su padre, o ser él quien siga los pasos del patriarca ausente. Estas son ideas que el realizador pone en juego en algún momento del relato.
En definitiva el comienzo del filme muestra a un cineasta arriesgado que posee un gran control de la puesta en escena. Más allá de sus vaivenes The man inside es una obra valiosa y Goury un dotado cineasta al que tendremos que seguir de cerca.
Por Fausto Nicolás Balbi
fausto@cineramaplus.com.ar