Filmoteca en Vivo: Ciclo «No hay tiempo de más»

Este fin de semana FILMOTECA EN VIVO en la ENERC (Moreno 1199, CABA) presentará, gratis y en fílmico cinco películas clásicas en las que el reloj importa.

Viernes 3
23hs. 48 HORAS DE TERROR (Went the Day Well?, Gran Bretaña-1943) de Alberto Cavalcanti
, c/Leslie Banks, B. Sydney, Marie Lohr, Valerie Taylor. 92’.
Clásico ejemplo de política-ficción, que curiosamente fue imaginado en plena guerra mundial: los nazis logran desembarcar en Gran Bretaña y toman secretamente un pueblito, que piensan utilizar como base para la masiva e inminente invasión. El brasileño Cavalcanti había sido uno de los colaboradores del documentalista John Grierson en la década del ’30 y antes una de las figuras más interesantes del cine francés de vanguardia.

Sábado 4
19hs. DIEZ SEGUNDOS (Argentina, 1949) de Alejandro Wehner y Carlos D’Agostino
, c/Ricardo Duggan, Delfy de Ortega, Patricia Castell, María Rosa Gallo, María Esther Buschiazzo, Oscar Valicelli. 83’.
Este es un filme argentino único en varios sentidos. Primero porque es el único rodado a dúo por sus codirectores. Uno de ellos, un famoso locutor cuya voz fue por todos conocida durante décadas en radio y televisión. Pero también es único por su propuesta diegética que parte del relevo cotidiano, pasa el policial negro, para desembocar en lo fantástico. Además lo es por ser un ejemplo perfecto de nuestro cine de Clase B. Claro que también y como sucede en muchos grandes filmes de su especie es un documental involuntario, casi antropológicamente estricto, de la vida en un barrio porteño hacia fines de los años cuarenta.

Domingo 5
17hs. DIEZ SEGUNDOS AL INFIERNO (Ten Seconds to Hell, EUA-1959) de Robert Aldrich
c/Jeff Chandler, Jack Palance, Martine Carol, Robert Cornwaite, Dave Willock. 93’. Doblada al castellano.
The Hurt Locker, el filme de Kathryn Bigelow, tiene muchos puntos en común con esta obra maestra olvidada de Robert Aldrich. También aquí los protagonistas son los integrantes de un escuadrón especializado en desactivar bombas y, por distintas razones, resulta imposible identificarse con ellos. También aquí la deshumanización de los hombres interesa al realizador por encima de la política del conflicto. Aldrich la filmó en locaciones europeas y de manera independiente para la productora Hammer, lo que complicó su circulación comercial posterior. Como buena parte de la obra de Aldrich, se trata de un filme muy difícil de ver en la actualidad.

19hs. EL ÚLTIMO MINUTO (Split Second, EUA-1953) de Dick Powell
, c/ Stephen McNally, Alexis Smith, Jan Sterling, Keith Andes, Arthur Hunnicutt, Paul Kelly, Richard Egan. 85. Doblada al castellano.
Un espantoso gángster mantiene secuestrados a un grupo de rehenes en un pueblo abandonado sin saber que todos pueden morir porque esa zona desértica está por ser utilizada para realizar una prueba atómica. La triste ironía detrás de este filme noir muy poco visto es que su director Dick Powell murió diez años más tarde a causa de un cáncer contraído tras filmar THE CONQUEROR (1956) en una zona desértica que había sido utilizada para realizar pruebas atómicas.

21hs. LA HORA DE LA VENGANZA (Deadline USA, EUA-1952) de Richard Brooks, c/Humphrey Bogart, Ethel Barrymore, Kim Hunter, Ed Begley, Warren Stevens. 87’.
The Day es un periódico creado por un idealista ya muerto y dirigido por otro, Humphrey Bogart, que lo ha sucedido. Las dos hijas del fundador, desinteresadas del periodismo, lo ponen en venta y la compra es inminente. Bogart descubre pronto que el comprador es un magnate periodístico que se propone cerrarlo para librarse de una competencia que le molesta. Mientras todo esto sucede, el diario emprende una campaña contra un capo mafioso, núcleo de una red de corrupción que domina la ciudad. Brooks establece así varias líneas paralelas de acción que convergen en el personaje del editor. Además se las arregla para describir, en un par de escenas simples pero muy eficaces, la devastada vida personal de Bogart y las razones por las que hay que sostener un periodismo libre y diverso. Brooks extrae lo mejor de ese rostro único, ya fatigado, que parecía hecho para encarnar al hombre que decide continuar la batalla aunque la sepa perdida. El final de La hora de la venganza es amargo y triunfal a la vez, lo que permite al realizador dejar claro su «mensaje» sin dejar de ser realista y verosímil. El hecho de que medio siglo después el periodismo libre y diverso ya no exista más, quizá ayude a entender por qué este filme es tan poco conocido.

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