Filmoteca: Ciclo y presentación del libro de «Hacerse la crítica»

Recientemente el blog «Hacerse la crítica», dirigido por Marcos Vieytes se transformó en un website y el próximo fin de semana presentarán un ciclo de proyecciones que incluirá la presentación de su primer libro: Hacerse la crítica: Pampa bárbara.

El ciclo de proyecciones, con entrada gratuita, se llevará a cabo el viernes 28 y sábado 29 en la ENERC, Moreno 1199, esquina Salta. Cada una de las cuatro funciones será precedida por una breve presentación de la película y del libro. La presentación central tendrá lugar en la función del sábado a las 21 hs., después de la proyección de los cortos de Adrián Caetano.

El programa es el siguiente:

Viernes 28, 23:00 hs.: Amorina, de Hugo Del Carril (copia nueva donada por Turner).

En el mismo momento en que Antonioni (y buena parte de los nuevos cines europeos) descubría formas novedosas y radicales de filmar la alienación burguesa, Hugo Del Carril se valía de dos figuras argentinas populares (Tita Merello y él mismo) y de una narración clásica para contar la crisis de una mujer incapaz de aceptar la infidelidad de su marido y la independencia de sus hijos. Amorina debe de ser la película en la que los roles de ambos son los menos afectuosos de sus carreras (por si hace falta aclararlo, no cantan un solo tema en toda la película, y encima Tita ya no es arrabalera, ahora la llaman “señora”), en la que el relato avanza con una sequedad sorprendente que no lubrican ciertos desbocados residuos melodramáticos, y desemboca en un final cuya fatalidad no tiene que ver directamente con la muerte sino con algo acaso peor.

Sábado 29, 19:00 hs.: Soñar soñar, de Leonardo Favio.

El mismo sol que alumbró la muerte de Juan Moreira en los andurriales de Lobos, ilumina ahora a Carlitos (Monzón) en una sucesión de travellings felices que acompañan su partida del pueblo detrás del Rulo (Pagliaro), un actor trashumante, un pícaro de vuelo corto. Hijos o nietos de Moreira, estos rebeldes amputados, “inocentes como animales y canallas como cristianos” según el verso de Don Raúl González Tuñón, otro inmortal, sintetizan todo el cine previo de Leonardo Favio y lo proyectan hacia su obra posterior más allá del paréntesis abierto por la dictadura y el exilio, herida que nunca cerró y sangra tras su muerte. Aquí están su inigualable y compleja simplicidad, su perpetuo residuo de tristeza, su amor desbordado y loco. Eso es Soñar, soñar: una comedia triste, burlona y transgresora de amor entre hombres; más aún, la historia definitiva del amor de un hombre por sus semejantes pobres, humillados, aprisionados. Un amor cristiano, un amor faviano. (Texto de Eduardo Rojas)

Sábado 29, 21:00 hs.: La expresión del deseo / El héroe al que nadie quiso, de Israel Adrián Caetano.

La expresión del deseo: La coherencia de casi toda su inmensa obra señala a Caetano como el más importante realizador surgido durante los últimos veinte años. En 1998, con una beca de la fundación Antorchas, terminó en 16 mm este film de media hora sobre dos grupos de marginales que se disputan el dominio sobre una plaza pública. Todo el mundo tiene siempre sus razones y Caetano se preocupa por exponerlas no sólo con la síntesis necesaria sino sobre todo con una prodigiosa capacidad para adoptar un punto de vista ajeno, aunque resulte incómodo. Políticamente lúcido, fue el mejor cronista del desastre neoliberal argentino y supo expresarlo en su tragedia mayor, el enfrentamiento de pobres contra pobres, como sintetiza la perspectiva metafórica y trágica de esta obra maestra (Fernando Martín Peña, Cien años de cine argentino)

El héroe al que nadie quiso: Este cortometraje es una de las mejores películas de Caetano, parte del proyecto de cortos para el bicentario 25 miradas / 200 minutos. Como en Francia, la nación y los chicos son protagonistas. En este caso, dos de 5º grado a los que les toca entregar un trabajo sobre la batalla de Quebracho, una de las menos conocidas y épicas, a juzgar por el único soldado muerto en la contienda. El contraste con la autosuficiente pareja de nenes que presenta a todo trapo un audiovisual acerca de la batalla de Maipú no puede ser mayor, y dice tanto del tipo de país que quiere Caetano como del tipo de cine que filma. Frente a ese prepotente despliegue tecnológico y financiero, nuestros antihéroes representan la batalla con juguetes de la más variada índole. Además del uso infantil de la palabra, las formas y colores vivaces barajan Mito, Historia y Geografía con inteligencia, emoción y alegría.

Sábado 29, 23:00 hs.: Vikingo, de José Celestino Campusano.

El segundo largo de ficción de José Campusano (el primero fue Vil romance, opera prima como hubo pocas en la historia del cine de este país) se ha transformado desde su estreno en el festival de Mar del Plata en el más popular y reconocible de su filmografía. La relación entre un motociclista con familia (Vikingo) y otro solitario (Aguirre) nos acerca a una comunidad que mantiene códigos fuertes y se afirma sobre la diferencia, en medio de otra (el barrio) cada vez más inestable y desintegrada. Vikingo es la más épica, pero también la más lírica, de las películas de Campusano, cine cortado a cuchillo con precisión humana, nada maquínica, material, hecho de palabras, cuerpos y lugares más verdaderos incluso que reales, y protagonizado por extraordinarios actores no profesionales.

Fuente: Hacerse la crítica

 

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