El cine de Carlos Gardel
Entre 1930 y 1931, Carlos Gardel, el más popular intérprete de la historia del tango, había filmado una serie de cortometrajes sonoros en Argentina, bajo la dirección de Eduardo Morera y con producción de Federico Valle. Poco después fue contratado por la Paramount para filmar películas de largometraje, primero en Francia y luego en Estados Unidos. Todo ese material fue concebido por el propio Gardel, su letrista Alfredo Le Pera o por artistas argentinos como Manuel Romero, y su modelo era la dramaturgia tanguera ensayada durante el período mudo por Ferreyra, que se adaptaba a la perfección a la sensibilidad artística de Gardel. Sus filmes son operetas criollas, que integran los tangos a la trama o, mejor dicho, que prolongan en las tramas el universo esbozado en las letras de los tangos. Es evidente que Gardel se encontraba en su mejor momento artístico porque en un período relativamente breve fue capaz de crear para estos films una serie de tangos que en poco tiempo (y gracias al múltiple impulso del cine, la radio y el disco) se volvieron parte de nuestro más arraigado acervo cultural.
VIERNES 2
23.30 h CUESTA ABAJO (EUA-1934) de Louis Gasnier, c/Carlos Gardel, Mona Maris, Vicente Padula, Anita Campillo. 75’.
Los amigos Carlos y Vicente tienen alrededor de cuarenta años pero todavía son estudiantes. Carlos es querido y respetado, practica todas las costumbres que dicta la bonhomía criolla, y está enamorado idealmente de Anita, la muchacha buena, que atiende el café. Al mismo tiempo, sin embargo, se siente fatalmente atraído de un modo más carnal por la bella Mona Maris. En términos generales podría decirse que el personaje de Mona Maris es el de una evidente mujer fatal, pero el concepto es insuficiente para definir al personaje. Es fatal en la medida que amarla -o amar su cuerpo- implica la perdición. Pero Mona es compleja: desprecia y busca a Carlos al mismo tiempo, imponiéndole una relación sadomasoquista no excluyente, cuyas infidelidades lo enloquecen mientras ella se excita con la ira de él.
SÁBADO 3
19 h TANGO BAR (EUA-1935) de John Reinhardt, c/Carlos Gardel, Rosita Moreno, Tito Lusiardo, Enrique de Rosas, José Luis Tortosa. 62’
Gardel hace alarde de los códigos criollos en una trama de burreros, tahúres y mujeres que pierden el honor. Para prologar la historia e indicar la afición del protagonista por los burros (que le cuesta el exilio) canta Por una cabeza. Para el gran final, donde alcanza el éxito pero añora la tierra que dejó atrás, elabora un espectáculo teatral basado en el tango Arrabal amargo. En esa misma clave funciona también la canción Lejana tierra mía y sobre todo el pasodoble Los ojos de mi moza, cantado durante el viaje entre los dos continentes, entre inmigrantes españoles que también evocan la patria perdida. Tango bar fue el último film de Carlos Gardel y se estrenó después de la tragedia de Medellín. Fue también su mayor éxito de taquilla.
20.30 h MELODÍA DE ARRABAL (EUA / Francia-1933) de Louis Gasnier, c/ Carlos Gardel, Imperio Argentina, Vicente Padula, Jaime Devesa, Helena D’Algy. 88’.
Este fue el último y mejor de los films que Gardel rodó en los estudios que Paramount tenía en Joinville, cerca de París, lo que explica que el arrabal del título se parezca más a un barrio parisino que a cualquier parte de Buenos Aires. Pero no importa, porque es el propio Gardel quien proporciona identidad al film, interpretando a un malevo que sale del bajo mundo gracias a su talento como cantor. Su posible redención será una bella maestra de música interpretada por Imperio Argentina, que era realmente argentina aunque llegó a ser una de las máximas intérpretes de la canción española.
22.15 h EL DÍA QUE ME QUIERAS (EUA-1935) de John Reinhardt, c/ Carlos Gardel, Rosita Moreno, Tito Lusiardo, Manuel Peluffo, José Luis Tortosa, Suzanne Dulier. 82’.
Este es el título más célebre de la filmografía gardeliana, seguramente porque la lista de temas que Gardel y Le Pera crearon para su trama incluye no sólo la canción del título sino también los clásicos Volver y Sus ojos se cerraron. La trama es más elaboradamente melodramática que en otros films: Gardel es hijo de un potentado insensible, escapa de su casa para unirse a la mujer que ama y luego sufre por la enfermedad de ella y por su incapacidad para incorporarse al mundo del trabajo. El destino le reserva la tragedia pero también una irónica revancha. Entre tango y tango, Gardel sonríe y opina: Mi vida es un mal folletín.
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