El material del ciclo, compuesto por cortos y largometrajes vinculados a la temática del río, será repartido y entregado a colegios, clubes e instituciones. Los títulos que conforman esta colección son: «Boteros«, de Martín Turnes, «Riachuelito, la leyenda«, de Gustavo Ponce, «La 21«, de Víctor Ramos, «Hacerme feriante«, de Julián D’Angiolillo, «Luna de Avellaneda«, de Juan José Campanella, y «Dársena Sur«, de Pablo Reyero.
Antonín Magallanes, director general de relaciones institucionales de Acumar, y Lucrecia Cardoso, presidenta de Incaa disertaron sobre los objetivos del proyecto en tanto su resignificación a partir del proceso de recuperación de la cuenca Matanza Riachuelo.
«Más de una vez muchos conocieron al Riachuelo por el cine porque es el escenario natural de muchas películas argentinas. La importancia de esa visualización radica en los hechos que muestra, momentos históricos, contextos políticos, situaciones de vivencias personales y modelos de vida de época, que ayudan a entender que pasaba en la cuenca Matanza-Riachuelo», explicó Magallanes.
En la misma línea continuó: «Nuestro objetivo es buscar el saneamiento de la cuenca y la recuperación visual de su historia. Al revertir este camino, revertimos una historia de abandonos, una historia de deserción total y este ciclo es uno de los actos reparatorios que podemos realizar junto a la gente del Instituto del Cine». «Generar la posibilidad de visualizar la cuenca, entenderla y difundirla -añadió- ayudará a recuperar definitivamente ese espacio».
En tanto Cardoso subrayó que la clave de los ciclos temáticos que desarrolla el Incaa reside «en plantear la discusión alrededor de distintos temas y para hacer llegar las obras audiovisuales de cine nacional a su público».
Sobre la finalidad del proyecto, sostuvo que la importancia del ciclo de la cuenca Matanza Riachuelo «se va a hacer carne cuando en las primeras escuelas, instituciones barriales y clubes barriales se proyecten las obras y logremos dar el debate alrededor de su recuperación pero también cuando logremos entender que su recuperación no tiene que ver solamente con la cuestión medio ambiental sino con la reconstrucción del universo histórico y cultural que atravesó la cuenca».
En el mismo sentido, explicó que «todo lo que tiene que ver con la producción de contenidos y otras políticas de democratización de la comunicación audiovisual que el Estado Nacional lleva adelante, tiene que ver con volver a tomar la palabra. Cuando hay una mirada única sobre cualquier tema, la relación se vuelve muy asimétrica, por eso nuestra disputa por la idea del lenguaje audiovisual, que es cada vez más universal, brinda la posibilidad de producir historias y de vernos reflejados en las pantallas, y tiene que ver con dar una discusión sobre la subjetividad que nos constituye».
Fuente: Telam