Crítica: El Club (2015), de Pablo Larraín – MDQ30

El Club (Chile – 2015)
MDQ30: Competencia oficial

Dirección: Pablo Larraín / Guion: Guillermo Calderón, Daniel Villalobos, Pablo Larraín / Fotografía: Sergio Armstrong / Montaje: Sebastián Sepúlveda / Dirección de Arte: Estefanía Larraín / Sonido: Miguel Hormazábal / Producción: Juan de Dios Larraín / Intérpretes: Alfredo Castro, Roberto Farías, Antonia Zegers, Jaime Vadell, Alejandro Goic / Duración: 97 minutos.

LA MÍSTICA DEL HORROR

En un pueblo alejado de la extensa costa chilena habita una comunidad de ex curas. Ellos fueron expulsados de sus cargos, acusados de pedofilia, y relegados a la periferia de la civilización para cumplir una supuesta condena. Justificando sus acciones pasadas en la fe de Dios, este grupo de guías espirituales aún no logra tomar conciencia de sus delitos.

Entre la razón y la fé, El club muestra la doble cara de la vida de los religiosos. Porque llevar una vida santa parece ser la excusa perfecta para la realización de una cantidad inagotable de aberraciones y desviaciones de las normas de convivencia. ¿El fin justifica los medios?

Pablo Larrain pone en escena la intimidad mas detallada de esta comunidad de religiosos testarudos y resilientes dejando ver los rincones más perversos de la mentalidad de quienes han cometido horribles violaciones por el sólo hecho de seguir la voz de Dios. La sutileza en la imagen y la ácida ironía del relato hacen de El club un filme de personajes complejos en donde la diferencia entre el bien y el mal está muy lejos de conocerse.

Por Paula Caffaro
@paula_caffaro

 

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