RECONOCIMIENTO FLORAL
“Ha sido tu voluntad hacerme infinito. Vacías una y otra vez esta frágil vasija que soy y la vuelves a llenar de vida nueva”. Gitanjali de Rabindranath Tagore.
El vacío y la pérdida irreparable producen un cierto estado de alienación que roza las fronteras entre el imaginario y la realidad ¿Cuál es el límite? ¿Acaso importa? ¿Qué sucede con ese transcurrir? ¿Cómo se encarna el duelo desde la belleza de una imagen o la fugacidad de un gesto?
La segunda película de Kris Niklison promueve lazos con la propia experiencia y los momentos de la vida desde dos premisas: la inspiración por un dolor personal y el anhelo de un renacimiento sostenido en la búsqueda artística. La explosión de colores, texturas y metáforas visuales de Vergel no hacen más que invitar a los espectadores, de forma permanente, a un universo impredecible, interno y multisensorial.
En una entrevista dijiste que la película era necesaria para tu desarrollo artístico…
Significaba dar un salto. Aspiraba a poder decir más con menos, a una búsqueda artística basada en estéticas y metáforas visuales y a la excelencia técnica porque había hecho Diletante (2010) con mi camarita en mano y en Vergel hay una gran cámara, lentes y equipo para ser una película tan pequeña. Principalmente quería pulir el lenguaje y los siete años del proyecto me ayudaron a hacerlo. Los diálogos son irrelevantes, como una presencia sonora y nunca explican lo importante.
Lo que más me divirtió fue encontrar síntesis e imágenes elocuentes, cómo hago para decir sin palabras que el marido murió y ella está perdida. Según un amigo, lo plasmo cuando la mujer camina con la valija de un lado para el otro y no sabe donde ponerla y me quedé helada. Ahí dije “llegó”.
El jardín abarca un doble rol: es un lugar de despojo y de contacto con el continuar de la vida, sobre todo, con los planos detalle de los vecinos al final.
Ahí hay algo más. Si bien la premisa es que ella está estancada en el dolor y la vida sigue, esos planos detalle son su cabeza: los hijos que no tendrá con él, el anciano que no la va a cuidar, la frescura de la adolescencia que perdió. La película juega con lo que Ana ve y piensa permanentemente y la línea es muy fina.
De todas formas, procuré no dar todo servido, para unos puede ser una cosa y para otros otra, si estás con un cierto humor conectas con algunas cosas, sino es el cuentito.
Uno de los grandes temas es la espera y la abordas, en gran medida, desde la extrañeza como la peregrinación o los llamados para cobrar el tequila )algo recurrente en la película).
La premisa era trabajar la intensidad y transmitir cómo la mujer se estaba sintiendo. Desarrollé los diferentes colores y tonos para pasar de una cosa a la otra y que sea sensorial. De repente se agarra de la vida, al instante sucede algo absurdo, se confunde, se siente paralizada, grita, tiene deseos. Por eso, la vorágine de cosas que suceden o no. Alguien me preguntaba por los monos y mi explicación es que son un sueño, que los chicos se disfrazan así en vez de jugar con la pistola de agua pero si querés creer cualquier otra cosa hacelo porque la que está confundida es ella.
Hay un fuerte vínculo entre Ana y el concepto vida gracias a las plantas, el agua, los reflejos. ¿Cómo lo trazaste?
En la primera escritura del guión explicaba demasiado el por qué de las plantas y el jardín y me fui dando cuenta de que nada de eso era necesario. El agua tiene muchas explicaciones. La primera es que se trata de una película escorpiana porque la muerte es transformación. Yo soy totalmente escorpiana tengo el sol, la luna, el ascendente, Mercurio y Venus en Escorpio y es un signo de agua. También se puede inferir que el marido murió ahogado y ella se conecta con el agua para hacerlo con el marido, para ver que sintió en ese momento. Igualmente no sé tanto de Vergel.
Te vales de numerosos llamados telefónicos y sólo de dos personajes encarnados (portero y vecina). ¿Por qué focalizaste en ellos?
En realidad, son la mujer y la vecina, los tres personajes secundarios (la japonesa, el marido y el portero) que tienen cuerpo, hablan y se los ve, y las voces.
No hay un por qué, la historia siempre fue así. El portero es algo muy tangible, del mundo material, mientras que el marido viene desde la otra vida. Te puedo responder un por qué en otro ámbito y es que la mujer está quebrada, su mundo se rompió. Entonces, le llega lo sonoro que no se ve y lo visual que no se escucha. En cambio, la japonesa es una forma de descifrar el filme, un guiño al orientalismo y al ikebana que tiene que ver con los ciclos de la vida. Hay algo que le llega a ella. Fijate que después de que ve el programa del ikebana, hace un clic y la vecina está arriba regando. Pero todo eso no está explicado y eso es lo que a mi me gusta. Fue muy difícil tomar esa decisión.
¿Cómo surgió la inclusión de tu voz en uno de los llamados?
La dueña del departamento también siempre estuvo porque es mi casa y me encantó hacer ese personaje que se saca y grita.Vos vas a un departamento y suele tener algo: un caño roto, cucarachas, humedad. Aquí está el problema del aquí y ahora es que la dueña no está y un tipo la busca para que le pague el tequila. Era una historia disparatada y le da una linda progresión en el tiempo porque en el último llamado Ana sonríe y ves que ella ya superó toda esa situación.
La última escena es muy fuerte y pareciera que la vecina no espera ese descenlace.
Siempre digo que si existiera Vergel 2 sería el dolor de la vecina. No hay nada más peligroso que una persona herida porque es la que va a herir. Quiero creer que tuvo aprecio por ella pero en el fondo era necesario para su supervivencia.
La experiencia de vida te ayuda a elaborar lo que ves. Por eso hay tan pocos datos porque la idea no es lo que te cuenta, sino lo que a vos te pasa. Es una película para que la gente elabore cosas, se vaya reconociendo. No es sólo verla muchas veces, sino también el momento de la vida en el que estas y con lo que te podes conectar.
Empecé a hacer cine a los 40 años, me parecía un poco tarde pero alguien me dijo que era temprano y ahora me doy cuenta. No hay nada como el paso del tiempo para que puedas conocer la vida y los tiempos de la vida, sino ¿dónde estaría la justicia? Vas perdiendo la cara, se te empieza a aflojar la carne ¿y no ganas nada?
Por Brenda Caletti
@117Brenn