¿Qué vemos cuando miramos al cielo? / Ras vkhedavt, rodesac cas vukurebt? / What Do We See When We Look at the Sky? (Alemania / Georgia – 2021)
Berlinale 2021: Competencia Oficial – Premio de la crítica
Chicago 2021: Hugo de Plata al Mejor Guion
Dirección, Guion y Montaje: Aleksandre Koberidze / Producción: Mariam Shatberashvili / Música: Giorgi Koberidze / Fotografía: Faraz Fesharaki / Intérpretes: Giorgi Ambroladze, Oliko Barbakadze, Giorgi Bochorishvili, Irina Chelidze, Vakhtang Panchulidze, Ani Karseladze / Duración: 150 minutos.
Linda pregunta la del título. Según el director, es un homenaje a Messi quien mira para arriba cada vez que hace un gol. Y Leo tendrá que ver en algún punto con parte de esta trama que, más que trama, es un paseo por diversos tópicos, con libertad ensayística y un lugar preponderante para las sorpresas.
Hagamos de cuenta que tenemos una historia de amor posible, pero despojémosla de todos los clisés. Por ejemplo, que el azaroso encuentro sea filmado a partir de los pies de cada personaje y que en la primera cita un misterio transforme la virtual relación en una especie de maldición. El resultado es esta extraña fábula humanista que se degusta como un buen vino, con paciencia y tranquilidad. Puede que le sobren minutos (¡ay del empleo del tiempo en el cine contemporáneo!), no obstante uno se divierte con esa complicidad con que vemos a Ioselliani, Tati y tantos otros que han pintado su aldea de modos creativos y lúdicos.
La primera escena bien podría ser un homenaje a los hermanos Lumiere y sus obreros y obreras saliendo de la fábrica, solo que aquí Koberidze clava la cámara a la salida de un jardín de infantes y se toma unos cuantos minutos para ver salir a toda la comunidad. En realidad, es la preparación del escenario para el fortuito encuentro entre Lisa, una farmacéutica, y Giorgi, un futbolista. Como en toda fábula, hace falta un narrador y una voz en off aparecerá esporádicamente para dar cuenta de la historia y de sus protagonistas. De todos modos, el relato se abre constantemente hacia otras aristas para congelar bellísimas situaciones que ofician a la manera de homenajes a esa pequeña patria de Kutaisi, incluidos varios segmentos dedicados al fútbol. En lo que respecta a la trunca historia de amor, el destino hará su jugada y asistiremos a una resolución fascinante.
Otro aspecto a destacar es el ensamble musical, sobre todo la inclusión de Notti Magiche en un momento estratégico de la historia cuyo marco temporal es el último mundial y uno de los santos de devoción es Messi. Pero fundamentalmente se trata de una película sobre los espacios, sobre cómo mirar los espacios, ríos, puentes, casas, bares, escuelas, que parecen tener vida independientemente de quienes los transitan. Hay una forma supeditada a ese enfoque lírico que mantiene su pulso a través de secuencias extensas donde es posible observar detenidamente todo ello. Acaso en este acercamiento de tipo metafísico esté la respuesta a la pregunta del título.
Por Guillermo Colantonio
@guillermocolant