Like Someone in Love (Francia / Japón – 2012)
BAFICI 2013: Panorama
Dirección y guión: Abbas Kiarostami / Fotografía: Katsumi Yanagijima / Montaje: Bahman Kiarostami / Producción: Marin Karmitz, Kenzo Horikoshi /Elenco: Rin Takanashi, Tadashi Okuno, Ryo Kase / Duración: 109 minutos
Exquisito Suspense
Dos extraños, una joven y un anciano, hacen como si se estuvieran seduciendo pero al mismo tiempo viven una extraña e incómoda secuencia de escenas cotidianas que podrían, sin equívoco, confundirse con la relación familiar entre un abuelo y su nieta. Es perturbador hablar de seducción y parentesco al mismo tiempo, pero como el espanto no se consuma, es que de este impensado encuentro surge una de las historias más hermosas que el cine de los últimos tiempos haya podido contar.
El iraní, Abbas Kiarostami, narra minuciosamente como una joven prostituta japonesa cambia su destino al conocer a un anciano cliente que la sorprenderá con su extremada dulzura y el deseo de cuidarla como nieta y no como amante. El amor filial nace y se desarrolla entre estos dos personajes que buscan desesperados alguien que los quiera.
El tiempo fílmico de Kiarostami nos sitúa en un mundo particular en donde cada acción no concluye, necesariamente, en un efecto multicausal, sino en un estado de exquisito suspenso que nunca se sabe a dónde nos llevará. No es casual que una de las escenas de mayor tensión narrativa sea cuando la protagonista es llevada hacia su desconocido cliente mientras que escucha los mensajes que su abuela le dejo en el celular. La abuela estará en Tokio solo por unas horas y Akiko debe ir a verla a la estación para pasar un breve lapso con ella, pero no puede contestarle porque tiene que trabajar. Entonces desde la ventana del taxi y con la mirada más angustiante del mundo, Akiko mira a su abuela esperando por un encuentro que jamás sucederá.
Con una perfecta estructura narrativa y bellas imágenes, Someone in Love es una de esas películas que se pueden oler, sentir y hasta degustar, como la sopa que prepara Takashi o el frio de la escalera de mármol en donde Akiko espera por unas vendas para su herida. La realidad cinematográfica cobra vivido sentido y el grand finale estalla inexorable sobre la vida ficcional de un triangulo semi platónico.
Por Paula Caffaro
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